lunes, 31 de octubre de 2011

"Novela gráfica"

«Es un término poco apropiado, por supuesto, pero también lo es "comic book". Ha sido descartado en algunos círculos, pero llegará a ser algo, como el recibo de compra de una camiseta que has tirado y luego descubres que vas a necesitarlo.

Puede que los pedantes exijan una lectura literal de las palabras. Aléjate de ellos, Alec MacGarry. Querrán subdividirlas, como si una "novela" tuviera un peso predeterminado, en "novella" y "novelette", ignorando el origen de esas palabras».

De las tres páginas con las que finalizaba originalmente HOW TO BE AN ARTIST, de Eddie Campbell, 2001. El final publicado en el recopilatorio de ALEC es otro, pero el original puede leerse ahora aquí. Lo ha subido Ray Davis, con permiso del autor

lunes, 17 de octubre de 2011

1001

CÓMICS QUE DEBERÍAS LEER ANTES DE MORIR

Es el título de un libro que acaba de salir (2011, Cassell Illustrated). Paul Gravett es el editor general, con reseñas de cada título a cargo de diversos autores.

(vía Campbell's)


Si alguien se pregunta si hay cómics españoles ahí dentro, y si es así, cuáles, la respuesta es sí. Y los elegidos son



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Web del libro con toda la lista de cómics seleccionados

domingo, 16 de octubre de 2011

15-O

en fotos

AGUAS TURBULENTAS

«También están de acuerdo en que pintan bastos con la galopante crisis económica que padecemos. Mézières recuerda que “uno de los temas que me han interesado siempre es el del poder, el de quiénes mandan y por qué, y creo que ahora esos interrogantes están más vigentes que nunca”, y matiza que la serie que le ha dado fama “comienza con una gran crisis, la que viven los personajes cuando pierden todo contacto con el planeta Tierra».

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Jean-Claude Mézières está estos días como invitado en el Salón del Cómic de Gijón, junto a otro veterano de la BD, Hermann.

(noticia vía Entrecomics, sigue en La Voz de Asturias)

Tengo el gusto de conocer a Mézières, con el que he coincidido en varias ocasiones, y no puedo evitar sentir (además de una gran admiración por su obra) afecto por su persona cada vez que me entero de alguna noticia relacionada con él. Lo cual me recuerda justo-ahora-mismo que en breve tendré que escribir un texto sobre él que me han encargado, y que no puedo retrasar más a riesgo de entrar en "zona de peligro"



Más Mézières

sábado, 15 de octubre de 2011

LA OTRA CARA DE LA MONEDA

"Los gobiernos no dominan el mundo, Goldman Sachs domina el mundo"

(gracias, Jose)

LOS BIENES COMUNES

"El comunismo fracasó absolutamente. Pero los problemas de los bienes comunes están aquí. Te están diciendo que aquí no somos americanos. Pero los fundamentalistas conservadores que reivindican ser verdaderamente americanos, necesitan que se les recuerde algo. ¿Qué es el cristianismo? Es el Espíritu Santo. ¿Qué es el espíritu Santo? Es una comunidad igualitaria de creyentes que están conectados por el amor mutuo y que sólo tienen su propia libertad y responsabilidad para hacerlo. En este sentido el Espíritu Santo está aquí ahora. Y allí en Wall Street hay paganos que están adorando ídolos blasfemos. Así que sólo necesitamos paciencia".
Zizek

(Intervención completa en inglés)

LA TINTA ROJA.

"Todos somos perdedores, pero los auténticos perdedores están aquí abajo en Wall Street. Fueron rescatados con miles de millones de nuestro dinero. Nos llaman socialistas, pero aquí siempre hay socialismo para los ricos. Nos dicen que no respetamos la propiedad privada, pero en el crack de 2008 se destruyó más propiedad privada, conseguida con gran esfuerzo, que si todos los presentes se pusieran a destruir día y noche durante semanas. Nos dicen que somos soñadores. Los verdaderos soñadores son aquellos que piensan que las cosas seguirán siendo como son indefinidamente. Nosotros no somos soñadores, sino los que estamos despertando de un sueño que se ha convertido en pesadilla. No estamos destruyendo nada, sino siendo testigos de cómo el sistema se destruye a sí mismo.

Todos hemos visto la clásica escena de los dibujos animados en la que un coche se acerca a un precipicio y sigue rodando ignorando que está sobre el vacío, y sólo cae cuando el conductor mira hacia abajo y se da cuenta de ello. Esto es lo que estamos haciendo aquí. Estamos diciendo a los chicos de Wall Street “¡eh, mirad abajo!”

En abril de 2011 el gobierno chino prohibió que apareciesen en TV, películas o novelas todas aquellas historias que hiciesen referencia a realidades alternativas o viajes en el tiempo. Esta es una buena señal para China, puesto que significa que la gente aún sueña con alternativas, así que hay que prohibir este sueño. Aquí no se piensa prohibir nada de eso, porque el sistema en el poder incluso ha suprimido nuestra capacidad para soñar. Fijaos en las películas que vemos todo el tiempo. Es fácil imaginar el fin del mundo, un asteroide que destruya el planeta y ese tipo de cosas. Pero no se puede imaginar el fin del capitalismo. Así que, qué es lo que hacemos aquí? Dejadme que os cuente un viejo chiste muy bueno de los tiempos del comunismo…

Un tipo de Alemania del Este fue enviado a trabajar en Siberia. Sabía que su correo sería supervisado por los censores, así que propuso a sus amigos establecer un código. Si la carta que enviase estaba escrita con tinta azul, entonces lo que en ella se dijera sería cierto y si estaba escrita con tinta roja sería falso. Transcurrido un mes sus amigos recibieron su primera carta. Estaba escrita por entero en azul y decía: todo es maravilloso aquí. Las tiendas están repletas de buena comida. Los cines pasan buenas películas occidentales. Los apartamentos son grandes y lujosos. La única cosa que no se puede comprar es tinta roja.

Así es como vivimos. Tenemos todas las libertades que queremos, pero nos falta tinta roja, el lenguaje con el que expresar nuestra no-libertad. La manera en que se nos enseña a hablar acerca de la libertad, la guerra, el terrorismo y demás falsifica la libertad. Y esto es lo que estáis haciendo aquí: nos estáis dando tinta roja a todos.

Pero hay un peligro. No os enamoréis de vosotros mismos. Lo estamos pasando bien aquí, pero recordad: los carnavales son baratos, lo que importa es el día siguiente. Cuando volvamos a nuestra vida normal, habrá cambios entonces? No quiero que alguna vez recordéis estos días como, “oh, éramos jóvenes y fue muy bonito”. Tened en cuenta cual es nuestro mensaje fundamental: que tenemos derecho a pensar alternativas. La regla se ha roto. No vivimos en el mejor de los mundos posibles, pero hay un largo camino por delante. Nos enfrentamos a cuestiones ciertamente difíciles. Sabemos lo que no queremos, pero, ¿sabemos lo que queremos? ¿Qué organización social puede reemplazar al capitalismo? ¿Qué nuevo tipo de líderes queremos?"

Slavoj Zizek, en su intervención en Liberty Plaza, NYC, sigue

(vía Mireia)

DRAMÁTICAMENTE PODRÍA SER MUY INTERESANTE.

"Hemos jugado a plantear un casting para la película de Watchmen. Cuando los diseñaste originalmente tendrías en mente ciertas características basadas en varias celebridades.

Tenía una amalgama de gente en mente, más que personas específicas. Sabía que quería hacerlos a todos personajes diferentes. No iba a usar mi rostro estándar de superhéroe y darle a uno de ellos pelo rubio, a otro pelo rizado negro y a otro un bigote. Sólo por participar ahora en el juego de salón, podría imaginarme a Burt Reynolds como el Comediante. Parece tener el tipo de aura adecuado para interpretar al Comediante. Se ha sugerido a Arnold Schwarzenegger como Doctor Manhattan. Tiene
que ser alguien con un físico impresionante, y el hecho de que Arnold hable con un acento encantador centroeuropeo no hace ningún daño. Rorschach es probablemente una cuestión de criba dura. [...] Si la película va hacia donde me imagino, podría atraer a algunos actores muy buenos porque es una obra de reparto. Hay seis personajes muy diferenciados e interesantes que actuarían unos contra otros, todos tirando en direcciones diferentes. Dramáticamente podría ser muy interesante.

Tienes a David Bowie en una de tus anotaciones para un personaje.

Él parece estar en un espacio distinto, de un modo parecido al Dr. Manhattan. Da la impresión de no ver el mundo de la manera en que lo vemos los demás. Tom Waits podría hacer un buen Rorschach y Glenn Close podría hacer una buena Silk Spectre porque ella es alguien que parece fuerte sin ser de belleza clásica. Búho Nocturno... ¡Creo que yo mismo podría hacer un trabajo bastante bueno! Dan Aykroyd podría hacer un buen Búho Nocturno. Él y Silk Spectre son los humanos en Watchmen, sus reacciones son las más cercanas al modo en que reaccionamos nosotros a las cosas, así que tienes que conseguir ese sentimiento de que son nuestros iguales humanos, más que seres sobrenaturales. Ozymandias debería ser casi sobrenatural en su físico bien parecido y su porte. Se ha mencionado a Rutger Hauer, pero eso haría ya demasiados acentos alemanes. El actor británico Barry Foster tendría esa cualidad rubia, distante. Ozymandias en cierto modo es el más difícil de elegir porque tiene que parecer realmente un buen tipo, alguien a quien podrías querer de verdad".
Barry Foster, Glenn Close, Burt Reynolds, Rutger Hauer, David Bowie, Dan Aykroyd, Tom Waits. Clic para ampliar

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Dave Gibbons, entrevistado en 1989 por Frank Plowright en la revista Amazing Heroes (nº 173, noviembre 1989, pág. 26). Es curioso comprobar más de 20 años después lo diferente que era la mirada de la época entonces respecto a la nuestra, ¿verdad? Aclaro que a partir de 1987 hubo un proyecto para llevar al cine WATCHMEN (uno de los directores al frente fue Terry Gilliam), más tarde abandonado, y de ahí los juegos y rumores sobre el posible casting. Bueno, ya sabemos cómo fue finalmente el reparto de la película de Zack Snyder (2009), 20 años después. Otra mirada, otra época. Otros actores. Aprovechando que hace pocos días colgué unos posts más abajo un artículo sobre WATCHMEN, me ha parecido curioso traducir esto.

(Dave Gibbons hacia 1987)

Traduzco un algo más de la misma entrevista a Gibbons donde el dibujante habla de Harvey Kurtzman, en cuyos cómics de guerra de los 50 se inspiró para idear la retícula de WATCHMEN, como Gibbons ha repetido en diversas ocasiones. El gran Harvey Kurtzman, no por casualidad uno de los autores de cómic más influyentes de la segunda mitad del siglo XX.

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"También estás dibujando Super Surfer para Harvey Kurzman, que es un poco como un sueño hecho realidad.

Oh, sí. Fui a una convención en Grenoble y me lo presentaron, y dijo "Oh, eres el tipo que dibuja Watchmen. ¿Tendrías tiempo para dibujar algo mío?" Yo estaba todo emocionado y me puse [histéricamente] en plan, "¡Sí, sí! ¡Lo haré ahora!, ¿dónde está el guión?" A su debido tiempo me envió algunos bocetos, y yo le envié algunos lápices, y como dijo de sí mismo, no es por nada que le llaman "la maldición del historietista", pero finalmente llegamos a encajar.
Es una historia a todo color, siete páginas que aparecerán en un libro llamado Harvey Kurtzman's Strange Adventures. Byron Preiss está publicándolo. [...] Cuando era un chaval, MAD Comics era una de mis cosas favoritas, así que tener la oportunidad de hacer mi propia historia de MAD ha sido emocionante.

¿Leíste realmente los números del MAD de Harvey Kurtzman entonces [1952-1956]?

No leí los auténticos comic books, pero los Ballantine Books sí fueron importados a mi país. Había un sitio donde podías ir y comprarlos, y cambiarlos a mitad de precio, así que solía leerlos y releerlos. Fueron muy influyentes para mí y me cambiaron el modo de pensar sobre las cosas, así que tener la oportunidad de trabajar con el Maestro ha sido genial".

Página de la historieta corta de Harvey Kurtzman y Dave Gibbons en HARVEY KURTZMAN'S STRANGE ADVENTURES (Epic Comics, 1990), clic para ampliar

PRESIDENTE en la CÁNOVAS


Anoche fui al concierto de Sr. Chinarro, que tocaba en casa. En la que ya es su "casa adoptiva", podría decirse, porque el sevillano lleva unos años viviendo en Málaga. Concretamente en mi barrio, debo decir, porque somos vecinos. A veces, no mucho, me lo encuentro subiendo o bajando la cuesta, con su aire reservado habitual; cordial pero reservado. Siempre nos saludamos, como buenos vecinos. A mí a veces me gustaría decirle algo más, pero nunca lo hago. Yo también fui muy tímido de pequeño, y el extrovertido de adulto jamás abandona aquella timidez primigenia. Se lleva adentro. A Antonio Luque, Sr. Chinarro, como él mismo contaba anoche entre canción y canción, entre chiste y chiste para presentarlas, le gusta mucho bajar a la playa a tomar el sol y nadar. Ayer de hecho, antes del concierto, pudo nadar a duras penas porque, según contaba, había un señor tirando pan a los peces y había convertido aquello en "un estanque". Pero a lo que iba, el concierto. El concierto fue espléndido, pero mucho. Varias sensaciones: el impresionante repertorio que atesora Sr. Chinarro a estas alturas de la película. 21 años en activo desde la fundación del grupo, que se dice pronto, y 12 álbumes publicados, que también se dice pronto. Haced la media.

(Aquellos que estáis en la franja de edad adecuada recordaréis perfectamente quién era el tal Sr. que da nombre al grupo sin tener que pinchar en el enlace)

La foto es del móvil de Quique, la foto de arriba del todo también se la he robado a él

Anoche no tocaron una sola canción "de relleno" durante un concierto largo, generoso. Todas eran de las grandes canciones de su repertorio, y aún faltaron; Chinarro tenía más en la recámara para dispararlas si hubiera sido necesario. Como suele ocurrir con los artistas, prefieren lo más reciente de su obra, la que consideran "mejor" y en la que mejor se reconocen, y por eso la mayor parte fueron canciones de sus últimos discos, particularmente de su disco "comercial", como él mismo bromeaba, es decir, PRESIDENTE (2011). Más cosas. La profesionalidad de la que ahora hacen gala él y su grupo, nada que ver con el recuerdo que yo tenía de un viejo concierto de hace diez años que resultó, para decirlo en pocas palabras, un desastre. Sr. Chinarro ha crecido, ya es mayor. Me refiero al grupo, no a la persona. O no. Un hombre hecho y derecho, con tablas, madurez, sabiduría y ganas de hacer bien las cosas.

Con ese temple y, sobre todo, ese trabajo a las espaldas, parece lógico que grandes canciones como BABIECA o MARÍA DE LAS NIEVES (las dos en PRESIDENTE, 2011) sonaran anoche mejor aún en directo que en el disco. Con más profundidad, potencia y matices. Magníficas, de verdad. El vello de punta ayer en la Sala Cánovas cuando entonaba lo de "oigo cerca el llanto de un chiquillo":



Esto es un dibujo que hice hace diez años para ilustrar un artículo sobre Sr. Chinarro (en efecto, ensayaba por entonces con los filtros del Photoshop). Por supuesto, el dibujo lo hice con diez años menos, y se nota, yo lo noto al menos. Los mismos diez años menos que tenía entonces Sr. Chinarro cuando hice su caricatura. Ahora luce diez años más y una barba bíblica. Pero está mejor que nunca. Presidente total.

15 DE OCTUBRE

15 razones

miércoles, 12 de octubre de 2011

EL FIN DE LA INOCENCIA

Entre septiembre de 1986 y octubre de 1987, una serie mensual de doce tebeos sacudió el mercado americano de superhéroes y luego el cómic internacional al completo. 22 años después de su publicación, las ondas de su impacto aún reverberan, amplificadas ahora hacia el público general gracias a la adaptación al cine de Zack Snyder. Hablamos por supuesto de Watchmen (Planeta DeAgostini), el cómic de Alan Moore, Dave Gibbons y John Higgins.


"WATCHMEN"
EL FIN DE LA INOCENCIA


Winston Churchill contaba en sus memorias que, desde el momento en que Estados Unidos obtuvo la bomba atómica, ni el presidente Harry Truman ni él mismo dudaron en usarla para terminar la guerra cuando antes. En esas memorias también ponderaba el enigma que rodea una decisión política. Lo explica muy bien el filósofo Slavoj Zizek: una vez que todos los analistas y expertos han dado su opinión, alguien debe asumir el difícil acto de transferir toda esa complejidad de puntos de vista a un simple SÍ o NO. Ataquemos o no. Lancemos la bomba o no. Watchmen arranca con una alusión a Truman, y no es casualidad. Si hubiera que resumir el tema principal del cómic, sería este: el significado moral de la decisión política y la Razón de Estado. O de la figura que hay tras ella: alguien con el poder y la determinación para imponer un orden de sentido en la confusa multiplicidad de la realidad.

UN NUDO GORDIANO
En 1985, el guionista Alan Moore (Northampton, 1953) y el dibujante Dave Gibbons (Londres, 1949) se labraban su carrera en DC, una de las dos grandes editoriales tradicionales del cómic estadounidense. Cuando surgió la oportunidad de colaborar juntos, quisieron imaginar cómo habría sido el mundo si los superhéroes hubiesen existido realmente. El equipo creativo se completó con el colorista John Higgins (Liverpool, 1949), cuyos violentos contrastes terminaron de dar la imagen distintiva del cómic. En el 1985 alternativo de Watchmen , los vigilantes enmascarados, muy populares en los años cuarenta, han sido ilegalizados y están siendo asesinados por una misteriosa conspiración. El Dr. Manhattan, que tampoco se llama así por casualidad, es un superhombre todopoderoso capaz de manipular la materia, la pieza clave de la superioridad estratégica americana frente a la URSS. Aunque ni él podría detener una guerra nuclear, la gran amenaza que se cierne sobre toda la historia –sobre el mundo de 1985– y constituye su nudo gordiano. Recordemos aquel nudo legendario que nadie conseguía desatar. La leyenda cuenta que Alejandro Magno, en su camino hacia la conquista de Persia, se enfrentó al problema y lo resolvió. Cortó las cuerdas con su espada.

EL GRAN HÉROE AMERICANO
Dilemas morales aparte, Watchmen es también una sátira sobre la política estadounidense de la guerra fría y, por supuesto, sobre el héroe y su versión americana del siglo XX, el superhéroe, entendido por Moore como una metáfora de las tácticas del imperialismo americano. Que Watchmen esté escrita en clave dramática en vez de cómica no le impide ser una sátira en cierto sentido clásico. Los autores han confesado que se inspiraron en una historieta clásica de Harvey Kurtzman y Wally Wood,
“Superduperman!” (1953), una parodia de Superman publicada en la revista satírica MAD, el mejor tebeo de la historia según Moore. “Queríamos girar 180 grados a ‘Superduperman’… hacerlo dramático en lugar de cómico” (Moore, 2005). La MAD de los cincuenta fue una inspiración clave para los jóvenes de la contracultura posterior, y Moore y Gibbons pertenecen en efecto a la generación que creció durante los sesenta empapándose de aquella cultura popular, oyendo a Bob Dylan o The Who e incluso (caso de Gibbons) ilustrando alguna portada para Jethro Tull.

El planteamiento inicial de Watchmen condujo así a unos vigilantes decadentes, fetichistas, neuróticos o directamente fascistas. Aquí la obra participa del proceso típicamente posmoderno de crítica y deconstrucción de la figura heroica, en este caso de su versión superheroica. El Capitán América de Watchmen –El Comediante– es un mercenario amoral que disfruta haciendo la guerra sucia para la CIA. Superman –Dr. Manhattan– es un “Dios de sí mismo” por encima del bien y del mal, un auténtico superhombre alejado de los asuntos humanos. Batman –Búho Nocturno II– es un cuarentón frustrado e impotente sexual salvo cuando se pone el disfraz. El héroe puro que lo sacrifica todo –Rorschach– es, en el contexto realista de Watchmen, un perturbado. Y el supervillano megalómano y totalitario, el héroe que “salva” al mundo. Este fin del sueño americano que encarnaron los superhéroes clásicos está representado finalmente por un vigilante retirado, Búho Nocturno I, símbolo de la Edad de Oro del comic book (los tebeos de superhéroes que surgieron en los años cuarenta tras la estela de Superman). Este antiguo héroe, un hombre bueno que creía en los viejos valores, es ahora un jubilado solitario. Acaba linchado por una pandilla juvenil.

SUPERHÉROES Y “SUPERHÉROES”
En cierto modo, Watchmen ha sido para el cómic de superhéroes lo que El Quijote fue para las novelas de caballería. No es un auténtico tebeo de enmascarados sino más bien su crítica, su sátira intertextual, pero tampoco podría existir sin esas cinco décadas previas de género. Watchmen funciona así como un palimpsesto cuyos personajes contienen múltiples ecos de los viejos superhéroes: parte de un conocimiento profundo de esa historia para homenajearla con nostalgia, y a la vez reescribirla bajo una luz racional, crepuscular y elegíaca. Y el trabajo de deconstrucción de los dos “relojeros” británicos fue tan efectivo que pusieron punto final simbólico al género. Por supuesto, desde entonces se siguen publicando tebeos de superhéroes, pero nada ha vuelto a ser igual. Revelado “el truco de magia”, los verdaderos superhéroes –Superman, Capitán América, etc.– se han convertido lentamente en fantasmas de un pasado irrecuperable, y cuando se les ha intentado aplicar un tratamiento a lo Watchmen ha sido aún peor. Llevados a un entorno político, realista y lleno de matices, lejos del universo plano y conmovedoramente ingenuo del comic book tradicional, los superhéroes clásicos no pueden existir.


LAS ARENAS DEL TIEMPO
El tiempo y su fugacidad constituye otro tema capital en Watchmen. El capítulo IV, “Watchmaker” (“Relojero”), es uno de los más poéticos de la obra y cuenta la vida entera del Dr. Manhattan evocando su especial percepción del tiempo (o del espacio-tiempo). De modo parecido al Billy Pilgrim de Matadero Cinco de Kurt Vonnegut, el Dr. Manhattan percibe simultáneamente pasado, presente y futuro. Hace poco, Iván Pintor sugería brillantemente en un artículo para La Vanguardia que el Dr. Manhattan puede verse como metáfora de la página de cómic. Es cierto. En el cómic el tiempo se expresa a través del espacio (“espacio-tiempo”) que ocupan las viñetas: cada viñeta indica un momento distinto, pero todas están en la página delante de nuestros ojos. Sólo al leer la página concretamos el momento exacto que queremos percibir. En el mismo capítulo cuarto, una viñeta recurrente muestra la caída de las piezas de un reloj. Es 1945 y el padre del Dr. Manhattan, un relojero, tira las piezas por la ventana al enterarse del lanzamiento de la bomba atómica. El viejo orden se ve roto por la relatividad de la física moderna y la liberación del átomo en Hiroshima, como “ejemplo práctico” de la muerte de Dios.

El Dr. Manhattan encarna también el deseo científico de conocer el mecanismo del Gran Reloj del universo; su monólogo interior remite a la vieja cuestión: ¿Quién hace el mundo? ¿Existe un Gran Relojero? También alude a la causalidad y el determinismo de la física de Einstein. El conflicto de esta última con la indeterminación de la mecánica cuántica es un enigma científico aún no resuelto, al menos en nuestro mundo “real”. En el mundo de ficción de Watchmen, resulta muy significativo que quien conteste finalmente a la Gran Pregunta no sea el Dr. Manhattan, el superhombre que “sabe”, que conoce la mecánica del universo, sino Rorschach, el único héroe verdadero del tebeo: “Nosotros hacemos el mundo”. Así es.

DOCE MINUTOS PARA LA MEDIANOCHE
Al final de cada capítulo, el Reloj del Juicio Final marca un minuto más hacia las doce de la noche, arrancando desde doce minutos antes, los doce capítulos. Es sólo un ejemplo de las múltiples piruetas formales de Watchmen. Y si la adaptación al cine de Zack Snyder parece muy kitsch, es porque el argumento del tebeo lo es. Lo que hace complejo al cómic no es su argumento, tópicos reciclados de la ciencia ficción de serie B y de los propios tebeos de superhéroes, sino la forma en que está contado. Así lo han reconocido los propios autores, y fue su interés por explorar recursos narrativos lo que elevó la obra a un nuevo plano. Este aparato formal, ideado mano a mano entre Moore y Gibbons –el proceso creativo se explica en el estupendo Watching the Watchmen (Norma, 2009)–, es el que aporta la densidad, las múltiples lecturas e incluso temas subyacentes como la teoría del caos. En Watchmen hay constantes juegos de diseño, barrocas contraposiciones texto-imagen, flashbacks, patrones simétricos y fractales autosimilares, estructuras dentro de estructuras, metaficción y una continua intertextualidad . El número de citas a lo largo de la obra llega a ser agotador: poemas de William Blake, frases de Nietzsche, de Jung, películas de Tarkovski (Sacrificio, por supuesto)…

El diseño del logotipo y las portadas, obra de Gibbons, es tan distintivo como el resto del aspecto visual del cómic, empezando por su hipnótico uso de la retícula fija de viñetas, otra idea del dibujante basada, como él mismo ha contado, en los tebeos de guerra de los cincuenta que realizó el gran Harvey Kurtzman. En Watchmen existe una intención clara de producir una “obra de arte total”, e incluso en sus páginas “suena” la música: canciones de Billie Holiday, John Cale o Bob Dylan. “All Along the Watchtower” en concreto inspiró una parte crucial del argumento.

UNAS MANCHAS VACÍAS Y SIN SENTIDO
Este discurso hiperformalista que pretende contener “el mundo entero” con su multiplicidad de puntos de vista y su inabarcable complejidad llega al paroxismo en el capítulo V, de diseño completamente simétrico. Pero de todos los estratos semióticos que se superponen en la obra, el gran hallazgo a nuestro juicio es la repetición de símbolos subliminales, un recurso inspirado en los cómics que William Burroughs realizó en los setenta junto al dibujante Malcolm McNeill. Así, el famoso smiley manchado de sangre con el que se abre Watchmen –símbolo del fin de la inocencia ya aludido, entre otros significados, y que fue homenajeado por Bomb The Bass en la portada de su “Beat Dis” (1987)– deviene en un patrón visual que se repite una y otra vez hasta llegar al “cráter sonriente” de Marte durante una escena clave con el Dr. Manhattan, que EXISTE realmente… pero que los autores no descubrieron hasta la mitad de la obra, en uno de los extraños casos de serendipia que han relatado.


A base de recurrencia, el smiley, las manchas de Rorschach, la silueta de los amantes volatilizados de Hiroshima, terminan cargados de resonancia. No se dice nada en concreto y a la vez se está diciendo todo. “Dime lo que ves”, le pide el psiquiatra a Rorschach durante el test de manchas que lleva su nombre. Después de mentirle varias veces, Rorschach se sincera y le contesta. La existencia es azar. No hay patrones ni significado. Sólo el que elegimos imponer.

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DEL COMIC BOOK A LA NOVELA GRÁFICA
Una vez publicada entre 1986 y1987 en doce comic books, tebeos de grapa, Watchmen fue recopilada en un libro siguiendo los pasos de otros dos hitos del cómic americano editados en 1986: Maus, de Art Spiegelman, y Batman: El regreso del Caballero Oscuro, de Frank Miller, Klaus Janson y Lynn Varley (una reconstrucción épica del superhéroe, lo contrario a Watchmen). Las tres obras despertaron una atención mediática sin precedentes e impulsaron el fenómeno actual de la novela gráfica. Además de un enorme éxito comercial sostenido desde entonces (un millón de ejemplares vendidos en 2008), Watchmen obtuvo un Premio Hugo en 1988, y es el único cómic incluido en la lista de las mejores novelas en lengua inglesa del siglo XX según la revista Time. Su influencia también se deja sentir en la atmósfera conspiranoica y los juegos de estructuras narrativas de series televisivas como Perdidos, como han reconocido expresamente sus guionistas.

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El texto anterior lo publiqué, con algún pequeño recorte, en la revista Rockdelux, en su número de abril de 2009, con ocasión del estreno de la adaptación al cine de WATCHMEN dirigida por Zack Snyder. En este artículo quise hablar del cómic, no de la película, para explicarlo a los lectores de esta revista musical, lectores que pudieran estar o no familiarizados con el tebeo de Alan Moore y Dave Gibbons (y John Higgins). Esto es lo que salió, y ahora lo he recuperado para el blog.





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Más WATCHMEN en Con C de arte:

20 años de WATCHMEN (serie de posts de 2007)
Entrevista a Dave Gibbons de Mark Salisbury

CRUZANDO LA FRONTERA

martes, 11 de octubre de 2011

BATMAN: HOLY TERROR


Éste sí era Batman. Pero no era Miller. Un Else Worlds de DC de 1991, por Alan Brennert y Norm Breyfogle.

lunes, 10 de octubre de 2011

MEDIO IMPRESO (II)

«El cómic es un medio impreso. Y ahora también es un medio digital. Lo que no es, es un medio directo, como el dibujo o la pintura: no hay un cómic "original" que leer. Las páginas que tienen la tinta encima tal vez sean bellas a la vista y tal vez nos ofrezcan mucha información a los fans y los investigadores, pero la mayoría de la gente estará de acuerdo en que no son realmente un cómic hasta que no se reproducen».
Jessica Abel y Matt Madden, 2011; más citas recientes en Mandorla

SE PODÍA CONTAR CON ELLOS

"Milt Caniff solía hablar de lo buenos que eran los grabadores del News Tribune Syndicate y de cómo podía contar con ellos para conseguir efectos sutiles de color en la página impresa. Ésta es Burma en una viñeta de mayo de 1941 de la página dominical de Terry y los piratas".
La viñeta puede verse en el blog del que he traducido la frase, Eddie Campbell's

domingo, 9 de octubre de 2011

TINTÍN EN EL (RETRO)CONGO

Manuel Darias opina hoy sobre el tema en Diario de avisos, además de dar tres noticias breves

OTRO ENFOQUE

«Jesús está muerto. Su espíritu se ha extinguido, como el de Mozart y Einstein. Su cuerpo no se alzó desde la tumba. Esto me lleva de nuevo al comienzo de este libro y a mi pregunta de qué queda del cristianismo una vez que es desnudado de sus mitos. ¿Tenía razón Pablo cuando declaró "Si Cristo no se ha alzado... vuestra fe ha sido en vano"?

Si la principal premisa del cristianismo es creer en el Cristo alzado, la respuesta debería ser sí. Pero creo que deberíamos adoptar otro enfoque. Es el momento de volver atrás a la visión de Jesús del reino de Dios, que expresó en sus parábolas y en el Sermón de la montaña. Incluso aunque malinterpretara sus exorcismos y creyera erróneamente que el reino de Dios era inminente, aún así creó parábolas poderosas e ideó un código ético nuevo. Si algo puede considerarse un milagro, es este hecho paradójico: que su visión errónea de la realidad condujo al renacimiento ético más significativo de los últimos dos mil años.

La utopía de un comportamiento humano que Jesús tenía en mente, sin embargo, no será impuesta en nosotros por Dios, como Jesús pensaba. Tendrá que venir de nuestro propio interior: siendo generosos hacia aquellos que son menos afortunados; dejando a un lado la mala voluntad y abrazando a aquellos que admitan sus errores; y tratando a nuestros enemigos como otros seres humanos, merecedores de nuestro respeto. ¿Son realmente nuestros enemigos? ¿Podemos comprender sus objetivos? ¿Actuaríamos del mismo modo en circunstancias similares? ¿Son terroristas, o están luchando por una causa justa?

Es tiempo de abandonar la noción de un "eje del mal". Puede que el mandato de Jesús de "ama a tus enemigos" sea pedir lo imposible, pero se podría evitar mucho antagonismo si aceptamos que nuestros enemigos tienen derecho a sus opiniones como nosotros a las nuestras. Sólo demostrando ese entendimiento podremos asegurar que el así llamado choque de civilizaciones será menos mortal de lo previsto».
Paul Verhoeven, 2008, JESUS OF NAZARETH (Seven Stories), pág. 188

PROPAGANDA

De otra clase.



(gracias por el recuerdo, Juan Carlos)

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Aquí con letra de Poe:

sábado, 8 de octubre de 2011

TERROR SIN IRONÍA


HOLY TERROR (Legendary) me ha parecido uno de los peores cómics de la carrera del que ha sido uno de los grandes autores del cómic americano. Si DK2 (2002) es un candidato a mi juicio para figurar entre los 3 o 4 mejores títulos de toda la producción de Frank Miller, HOLY TERROR (2011) se gana para mi gusto uno de los puestos más bajos de la cola. Durante un rato, al comienzo de esta novela gráfica, iba pasando páginas y me la imaginaba toda así, con dibujos matéricos de éstos que ahora hace, sin un argumento tangible; una historia abstracta, como abstractas son esas primeras páginas, algo tipo SÚPER PUTA (Manel Fontdevila) pero a lo Miller, para entendernos. Y pensaba "eso habría sido glorioso". Por supuesto, siempre podemos soñar cómo hubiera sido HOLY TERROR dibujado por alguien que no ha perdido el norte.

Pero no. Depués de esa magnífica abstracción dentro de un largo prólogo que incluye escena sexual sadomaso (otro motivo recurrente en el repertorio milleriano) y paisajes urbanos alucinantes (hay dibujos increíbles junto a otros cutres, son altibajos muy raros) empiezan los atentados islamistas, y claro, ya entra el "argumento" para el que fue concebido esto, y entonces de lo sublime pasamos directamente al fango. Esto viene a ser, simplificando, como un Steve Ditko soltando soflamas conceptuales en blanco y negro de las que abundan en la última parte de la producción del cocreador de Spiderman, pero con un discurso de "mata al fiel" en venganza, en contraposición a la cita de Mahoma con la que Miller abre el libro ("mata al infiel"). Y el desenlace, de nuevo con "argumento", es un sindiós de mucho cuidado. Dos superhéroes de los que nada sabemos en cuero sadomaso, matando terroristas islámicos en venganza por unos atentados masivos contra Empire City (buena elección para el nombre) y poco más. Esto es, y no a grandes rasgos, el argumento de una historia que no se ve enriquecida con otros temas, otros giros, otros matices.

Diplomacia posmoderna, según Miller

Digamos ahora que la clave principal del fracaso artístico de HOLY TERROR es justamente su absoluta falta de ironía. La ironía y la parodia era, por el contrario, la que permitía enlazar los universos alegóricos y míticos de THE DARK KNIGHT RETURNS, HARD BOILED, ELEKTRA: ASSASSIN o DK2 con la realidad contemporánea. Cuanto más irónico era Miller, más se ajustaba a nuestra visión del mundo ("posmoderna"), permitiendo así abordar el mito con una mirada adecuada a nuestra propia época. Y gracias a ese tratamiento hiperbólico e irónico, paradójicamente, más "realidad" lograba a la hora de abordar temas serios de nuestro mundo (su sátira sobre la política americana de Reagan durante la Guerra Fría de los 80, por ejemplo; el simulacro mediático del debate político y la democracia a comienzos de los 2000 en DK2, por ejemplo). La ironía era también la clave que le permitía dar una dimensión plural a sus obras, una dimensión provocadora pero ambivalente, abierta a múltiples lecturas según la cultura y mentalidad de cada lector.

Sin la ironía, HOLY TERROR, que está hecha muy en serio, no sólo ha perdido todo contacto con la realidad de la que pretende hablar, es que se convierte en un vehículo dogmático de propaganda de baja estofa. Que es lo que quiere ser, propaganda, y por eso está hecha tan en serio. Pero, claro, hay propaganda artística de calidad, y luego de las otras. En el terreno irónico, en la parodia o en la abierta sátira, Miller sabía moverse como pez en el agua para tocar temas reales de su época. En el terreno de la propaganda seria, mi impresión es la de elefante en cacharrería.

Se podría decir mucho más sobre este cómic, pero tengo una lista de reseñas pendientes de otros tebeos anteriores, tebeos mejores, españoles e internacionales, cómics que tengo ganas de reseñar en condiciones y que están antes en el montón de leídos. En cuanto pueda, que será pronto, me pondré a escribir sobre esa lista de pendientes. Y entonces, después de agotar esa lista, tal vez volveré sobre este HOLY TERROR para explicar más impresiones y ofrecer mi relato de qué le ha pasado a Frank Miller desde aproximadamente 2005 hasta hoy, y cuándo tuvo lugar el "golpe de timón" ideológico y creativo que le ha conducido a este descalabro.

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Un par de reseñas de la obra:

–En Lee más libros (de donde he sacado una de las imágenes de este post)
–Santiago García, en Mandorla

Otra más, de Russ Burlingame

LA INFANCIA RECUPERADA




"Spiderman era cautivador para mí. Pasé un periodo de varios años apenas consciente del mundo real, estaba absorto con las aventuras mensuales de Spiderman y Los 4 Fantásticos".
Frank Miller, recordando su infancia en los 60 leyendo los tebeos Marvel. Entrevistado por Mark Salisbury en WRITERS ON COMICS SCRIPTWRITING (1999, Titan Books, pág. 187).

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"Personalidad. Hulk tenía actitud. Thor era el poder personificado. Reed Richards era canijo, cerebral, quizás un poquito esnob. Johnny Storm era joven, impulsivo y, sí, ardiente. Sue Storm era recatada, de voz suave, sincera. Y Ben Grimm, bien, era bruto, duro, un bloque de hormigón andante.
Les adoraba a todos, pero mi favorito era Spiderman.
Personalidad. Cada movimiento de Peter Parker le hacía tan inconfundible que en realidad no necesitaba disfraz. También, a pesar de todos sus poderes, era un poco cretino. Tenía problemas para conseguir una cita. Metía la pata de vez en cuando. Steve Ditko y Stan Lee hicieron de Spiderman mi camarada secreto. Seguí sus dificultades y tribulaciones y peleas chulas durante años. Incluso me suscribí, algo que tenías que hacer cuando no había tiendas de cómics y estabas a merced de la distribución irregular a los drugstores".
Frank Miller, en el prólogo a THE COMPLETE FRANK MILLER SPIDER-MAN (2002, Marvel, pág. 4).

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Aprovecho para enlazar un artículo de Trajano Bermúdez (Santiago García) que publicó en marzo de 1999 en la revista U, y que ha rescatado ahora en su blog, Mandorla: EL SACRIFICIO HEROICO

SUPERGODS

"Los occidentales convierten la ciencia en un ídolo, para mejor adorarse a sí mismos. Creen en un espíritu científico autónomo, del cual serían simultáneamente los inventores y el producto. Sustituyen los antiguos mitos por el del progreso, en otras palabras, por el mito de una superioridad moderna propiamente infinita, el mito de una humanidad liberándose y divinizándose poco a poco por sus propios medios"
René Girard

VIDA, CULTURA

Ayer murió Félix Romeo, como muchos de vosotros sabéis a estas alturas. Estoy seguro también de que muchos de vosotros, igual que yo, os quedasteis helados cuando os enterásteis de la noticia. Una muerte repentina, un paro cardíaco que nadie esperaba. Demasiado joven, 43 años, pero también demasiada generosidad. Escritor y crítico, Romeo escribió mucho, especialmente sobre otros. Escribió mucho sobre literatura, cine y cómics, tratándolos con el mismo rango (recuerdo ahora sus colaboraciones para el Cultural del ABC). No parecía Romeo persona que gustara de establecer jerarquías culturales, ni por formación generacional ni sobre todo, creo yo, por personalidad. Más bien todo lo contrario. En sus textos y sus programas culturales (fue director durante cinco años de LA MANDRÁGORA, para TVE2; recientemente colaboraba con el programa LA NUBE de Radio 3) resultaba muy evidente cómo disfrutaba de la cultura, de leer novelas y cómics, de ver arte, ver cine y lo que fuese, pero más evidente aún era su entusiasmo por divulgar esa misma cultura, por hacerla llegar a los demás. Ahora sólo quería escribir unas líneas en recuerdo suyo.

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Obituario de Elsa Fernández-Santos en El País
La noticia en RTVE

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