sábado, 20 de junio de 2009

LA UNIDAD INTERIOR.

"Apoyándome en mis propias experiencias puedo afirmar que el montaje de El Espejo [1974] estuvo unido a ingentes esfuerzos. Hubo más de veinte variantes de corte; y no me estoy refiriendo a cortes concretos que se cambiaran, sino a modificaciones de la estructura, del orden de los episodios. Hubo momentos en los que incluso parecía que era imposible montar aquella película, lo que hubiera puesto de manifiesto graves e imperdonables fallos durante el rodaje. Una y otra vez la película se desmoronaba, se negaba a ponerse en pie, se desperdigaba ante nuestros ojos; no tenía unidad, unión interior, coherencia lógica. Pero un buen día, intentándolo a la desesperada por última vez, surgió de repente una cerrada y coherente unidad de imágenes. El material cobró vida y los elementos, las pares de la película, entablaron relaciones funcionales mutuas y se unificaron hasta formar un sistema preciso, orgánico. Cuando vi en la sala este último y desesperado intento, la película cobró de repente su forma ante mis ojos. Aun mucho tiempo después no conseguía creerme aquel milagro. Era cierto: el montaje de la película estaba terminado.

Todo aquello fue la prueba decisiva de lo que habíamos hecho al rodar. Estaba claro que la unión de las secuencias dependía del "estado interior" del material fílmico. Y si ese estado interior se había introducido en el material al rodar, si realmente había llegado allí y no nos habíamos engañado, entonces necesariamente se podría montar la película y constituir una unidad. De cualquier otro modo eso no hubiera sido posible. Para poder llegar hasta una unión orgánica y adecuada de las secuencias y partes, tan sólo era necesario dar con la idea fundamental, con el principio de la vida interior del material filmado. Y cuando finalmente lo conseguimos, todos sentimos un enorme alivio"
. --Andrei Tarkovski (1932-1986), ESCULPIR EN EL TIEMPO


IMPERIO INTERIOR.
"Pensé: 'Bueno, está claro que tiene que existir una relación entre ellas, puesto que existe el gran campo unificado'. Por tanto no podía haber un fragmento que no se relacionase con todo. Sabía que todo venía a ser una cosa. De modo que tenía grandes esperanzas puestas en que emergiera una unidad, en poder descubrir la manera en que todas esas cosas se relacionaban unas con otras. Pero no fue hasta mediado el proyecto cuando, de pronto, vislumbré una forma que uniría al resto, a todo lo que había precedido. Fue un gran día. Fue un gran día porque estuve casi seguro de que habría una película".
--David Lynch, sobre INLAND EMPIRE (2006). Del libro ATRAPA EL PEZ DORADO

1 comentario:

Little Nemo's Kat dijo...

Cohesión interna que, me parece, se plasma de forma mucho más satisfactoria en EL espejo que en Inland Empire, donde el armazón que dota de coherencia al discurso es mucho más disperso y deslavazado; mucho menos orgánico e intelectual o mucho más intuitivo y aleatorio, como ustedes prefieran. El caso es que Inland Empire no me funciona como la unidad que anuncia su director. Opiniones subjetivas, claro.