lunes, 18 de mayo de 2009

"UNA EDITORIAL NO ES UNA ONG. ES UNA EMPRESA"

"Imaginaos que montáis una editorial. Y os mola el cómic de capa y espada. Entonces, revisáis el catálogo de una editorial afín a vuestros gustos y veis, por ejemplo, THE PORTENT, de Peter Bergting, una obra con muy buenas críticas, 140 páginas a color, recopiladas en un tpb con portada exclusiva y extras que incluyen pin-ups de Brom y Mike Weringo. Contactas con Image y acuerdas un precio por los derechos y los materiales. Luego, hay que traducirlo, rotularlo al español, registrarlo, imprimirlo y distribuirlo. La distribuidora liquida la tirada y os reintegra las ganancias.

Hay otra opción. Contactáis con un autor local que os guste, que su obra esté en consonancia con vuestros gustos y le ofrecéis que os haga una historia de esas 140 páginas, a color. Los gastos de rotulación y maquetación de pronto suben, porque tenéis que apañaros un diseño propio, pero bueno, compensan por la traducción. Y, claro, también hay que imprimirlo y distribuirlo, y esperar a que la distribuidora liquide para cobrar.

Para que sean igual de rentables ambas opciones, el autor local debería cobrar por esas 140 páginas a color lo mismo que han costado los derechos y los materiales de reproducción de la obra extranjera. Y señores... la diferencia es ABISMAL. Y para muestra: un dibujante español que actualmente está publicando en Francia nos ofreció publicar un cómic propio. Nos gustó mucho, y empezamos a negociar un precio. El hombre quería cobrar 100€ por página, un precio que se encuentra en la línea media-baja de lo que se cobra en Francia o en los USA. Hicimos cuentas y no era posible. Con lo que nos salía publicarle un cómic de 48 páginas podíamos o comprar los derechos de 4 tpbs americanos, o financiar uno de nuestros tomos entero (derechos, imprenta, etc.). Simplemente no era posible.

¿Deberíamos haber sido más valientes? Es una espinita que tengo/tenemos clavada. Pero una editorial no es una ONG. Es una empresa, creada con mucho amor por un medio, pero para ganar dinero. Y esto no es mercantilismo, es que SI NO GANAMOS DINERO SE ACABÓ LA EDITORIAL, así de sencillo.

¿Dónde está el problema? Bueno, seguramente si hubiéramos tenido más ventas, habríamos tenido más margen de beneficios (cualquier margen mayor de cero ya es beneficio!) y nos hubiéramos lanzado a publicar a este autor y a unos pocos más. Pero las ventas son las que son. Tiradas muy reducidas (1500-2000 ejemplares), de cuyo beneficio la distribuidora se queda el 47% (¡y esto no es un robo, eh? ni mucho menos), lo que obliga a ajustar el precio para cubrir gastos con un porcentaje de ventas irrisorio. Y claro, la gente TIENE QUE COMPRAR LOS COMICS, que es la auténtica madre del cordero".
Alberto Díaz, ex editor (Saturno Ediciones), da su visión del asunto. Sigue en el enlace

15 comentarios:

Rodriques dijo...

Alberto, desde luego el tema de como está la industria española es complejo y de dificil solución.

Para poder vender más tebeos de producción nacional hay que cambiar las cosas, no conozco la solución, pero dudo que sea que las cosas sigan como están.

Un autor lo máximo que puede poner por su parte es producir crear buenas obras.

Un editor lo máximo que puede poner por su parte es venderlas lo suficientemente bien como para tener unos beneficios que justifiquen su labor y poder pagar al autor lo suficiente como para que tenga un plato caliente tres veces por día en la mesa y pueda dedicarse de pleno a hacer lo mejor posible lo que sabe hacer.

Pero para ejercer la labor de editor hace falta un componente económico elevado. Tiene que invertir una importante cantidad de dinero para conseguir que sus productos se vendan cada día más y más, eso supone una buena elección y promoción del producto,y eso supone gastos.

Si resulta, como podría ser tu caso, que con toda vuestra buena fé quereis dedicaros a editar comics pero vuestro presupuesto para llevar adelante la editorial se acerca al del propio dibujante....entonces estamos jodidos!

Porque está claro que mientras el circuito sea producir muchos tebeos con tiradas muy cortas y colocarlos en las estanterías de las 150 librerías de comic existentes en España y cruzar los dedos para ver que tal se venden éste mes....repito, estamos jodidos! dificilmente las cosas van a cambiar por sí solas.

Tienes razón en cuanto a que no sois hermanitas de la caridad y si montais una editorial es para también ganar dinero con ello.

Y por supuesto sale mucho más barato los derechos para publicar cuatro paperbacks que producir un tebeo español de 48 páginas.

Pero también les sale más barato hacer eso a los editores americanos o franceses.

Sin embargo ellos apuestan por producir un buen producto, un producto que sea lo suficientemente bueno como para poder vender sus derechos a otros paises y así rentabilizarlo, y si al final cae la breva y resulta que dan un pelotazo y hay película y videojuego mejor que mejor.

Está claro que ellos tienen un mercado mucho más amplio, pero también está claro que quien no arriesga no gana y que si queremos tener algún día un mercado nacional más potente deberá haber editores que arriesguen, que apuesten fuerte por algún autor español, que saquen un producto brillante y que lo rentabilizen con sus ventas en el extranjero.

Ese tipo de actividad editorial podría ir revitalizando poco a poco la industria española pero mientras nos conformemos con comprar los derechos del Blacksad a Francia o escojamos editar 100 autores españoles gratis o por casi nada en lugar de a 10 con unas tarifas dignas que les permita dar lo mejor de sí mismos.... mmmmmh complicadillo.

Rodriques dijo...

"la gente TIENE QUE COMPRAR LOS COMICS, que es la auténtica madre del cordero"

Estaré equivocado, pero pienso que hoy día se venden muchos más comics que digamos en los 70 u 80.

No creo que ese se el problema, aunque cualquier aumento en las ventas, claro está, sería recibido como agua de Mayo, el problema a mi manera de ver, es, al igual que ocurre en la industria del libro, que la oferta es descomunal, desproporcionada respecto a las ventas, lo que se publica cada mes multiplica por muchas veces las publicaciónes que había disponibles en los años 80

Y el bolsillo del lector dá para lo que dá.

El efecto directo es que cuantas más publicaciones hay, para el mismo presupuesto del bolsillo de los lectores, más bajan las tiradas y las ventas de cada una.

No son más que matemáticas.

Si el año que viene se duplicase el numero de publicaciones mensuales se vendería la mitad de cada una respecto a lo ya poco que se vende hoy.

De la misma manera si el año que viene sólo se publicase un 10% de lo que se publica hoy día posiblemente las ventas se multiplicarían por diez y las tiradas pasarían de 1000 o 2000 a 10000 o 20000.

Y con esas tiradas se podría volver a producir material autóctono con precios dignos.

Pero claro, ningún editor quiere ser el primero que reduzca su producción porque teme que inmediatamente el resto ocupe el trozo de raquítica tarta que ha dejado libre.

Para los editores, bueno, supongo que esta situación no es idonea, tal vez cómoda, supongo que mantienen un cierto nivel de beneficio a base de sacar muchas publicaciones y un pequeño beneficio de cada una.

Pero si los editores fueran capaces de reunirse y hacer un pacto para reducir proporcionalmente sus ediciones a niveles mucho más bajos imponiendo además filtros de calidad más severos estoy convencido de que el efecto sería el que digo.

Tal vez en otra vida.

Esta claro que para los lectores ese cantidad tan amplia de publicaciones representa el nirvana tebeístico, aunque a veces me pregunto si el bosque no les va a permitir ver las estrellas, si una cantidad ingente de publicaciones mediocre o directamente malas no van a acabar asfixiando y sepultando muy buenos tebeos.


Pero el nivel de calidad medio de lo que se publica hace dificil captar nuevos lectores.

Si un nuevo lector sin ningúna experiencia sobre comics entrase en una librería y por curiosidad comprase 5 comics al azar habría muchas posibilidades de que, visto lo obtenido y lo que le ha costado, nunca más lo volvieramos a ver aparecer por nuestro pequeño mundillo y dedicase su dinero a menesteres más satisfactorios.

Que es mas deseable, ¿calidad o cantidad?

Alto, sé que se publican muchas obras con un nivel de calidad altísimo, pero entre tanta publicación el porcentaje de productos mediocre o malos sigue siendo muy superior.

Y desde luego el principal perjudicado de esta situación de multiplicidad de publicaciónes y mínimas tiradas es el autor, incapaz de sobrevivir en ese mercado.

Mercado que en los años 70-90 con muchas menos publicaciones y mayores tiradas supuso una pequeña epoca dorada para el autor de comics patrio.

Pepo Pérez dijo...

" o escojamos editar 100 autores españoles gratis o por casi nada en lugar de a 10 con unas tarifas dignas que les permita dar lo mejor de sí mismos.... "

Pero es que no se pagan "tarifas", tarifas fijas, quiero decir. Se paga según número de ejemplares vendidos. Cuantos más ejemplares vendas de tu cómic, más cobras.

El sistema es igual en Francia, como bien sabes, Paco. La diferencia es que las tiradas son bastante mayores, porque el mercado de lectores es mayor, luego eso significa más adelantos respecto a la tirada (porque la tirada es mayor), y más liquidaciones posteriormente siempre que superes las ventas respecto al adelanto (esto no siempre es así, depende de si el título vende mucho o no).

"Mercado que en los años 70-90 con muchas menos publicaciones y mayores tiradas supuso una pequeña epoca dorada para el autor de comics patrio."

Porque se publicaba mucho menos, tú lo has dicho. Luego había más mercado (más ventas) a repartir entre unos pocos editores y autores.

Pepo Pérez dijo...

Se publicaban muchos menos títulos que ahora, quería decir. Pero de esos pocos títulos se tiraban muchos más ejemplares, decenas de miles de un sólo título, que además se vendían. Normalmente eran revistas, o bien álbumes de los autores o series más vendidas.

Óscar Palmer dijo...

Rodriques, con todo el cariño te lo digo, pero tu razonamiento de que a menos producción más ventas me parece, además de falso, ingenuo. Dudo mucho que vayas a encontrar una base económica real que te permita respaldarlo. El número de lectores de tebeos no va a aumentar automáticamente sólo con reducir el número de publicaciones. Un litro de agua sí puedes tenerlo en una sola botella o repartirlo en cinco vasos, pero el número de lectores no es fijo, ni estable, ni se reparte según reglas matemáticas. Si en los años ochenta se leían más tebeos era sencillamente por el cómic como medio estaba en aquel entonces más de moda, le resultaba más cercano a la gente, era propio del momento. También iba la peña a ver Perros Callejeros y El Pico y otras películas españolas cantidad de rentables. También fue el momento en el que los grupos españoles surgían como churros y no les iba mal. Fue todo parte de una explosión cultural muy determinada y muy coyuntural. El número de lectores de tebeos no fue decreciendo a medida que aumentaron los títulos, sencillamente se redujo drásticamente porque se extendió un desinterés generalizado por el medio; un desinterés que es contra el que venimos combatiendo desde entonces, algo que ya va dando sus frutos, creo yo.

Por supuesto que entre calidad y cantidad todos nos vamos a querer quedar con la calidad, pero de buenos deseos no se vive. El porcentaje de productos mediocres siempre es mucho más elevado que el de productos de calidad en cualquier industria cultural, tanto en las marginales como en las más sanas, económicamente hablando. Por cada película cojonuda, ¿cuántos bodrios se producen? Por cada videojuego de referencia, ¿cuántos repetitivos, esquemáticos y aburridos se te ocurren? Las industrias, por desgracia, no entienden sólo de calidad, sino de productividad, márgenes y beneficios, y en la del tebeo me temo que el que menos falla es el primero (yo al menos leo ahora mejores tebeos que nunca). Reducir la productividad aliviaría el bolsillo de los lectores más omnívoros, es verdad, pero no afectaría para nada a un altísimo porcentaje de lectores que van a tiro hecho y que compran lo que les interesa y punto. Al lector de Naruto le va a dar igual que se deje de publicar Marvel o viceversa. Y como además calidad no es sinónimo de número de ventas, si los editores se ven obligados a recortar producción, ¿qué es lo primero que van a eliminar? Por otra parte te aseguro que a los grandes almacenes lo que les interesa precisamente es que haya cuanta más variedad mejor, cuantas más novedades mejor, porque así es como está montado ahora mismo el circo y eso es lo que les da la idea de que los tebeos son una industria y no cosa de cuatro gatos: lo que importa es la novedad, o como mucho el reciclaje constante, no el fondo. No digo que no sea lamentable, pero es así.

Por otra parte, parece que cuando hablamos de editores metemos a todos en el mismo saco. Y no es lo mismo hablar de Planeta o Panini. que son grandes conglomerados, que hablar de Astiberri, que la llevan cuatro, o de esfuerzos individuales como Ponent. No es lo mismo. Para nada. Como no es lo mismo Dargaud que cualquier editorial independiente francesa. Se está hablando de Francia y de Estados Unidos como si allí todo el monte fuese orégano. ¿Sabe alguien lo que se pagaba por página en L'Association, ya no digamos en otras más pequeñas aún como Treize Étrange o La Comedie Ilustré? ¿Cuánto creéis que han estado pagando Fantagraphics y Drawn & Quarterly durante años? ¿Sabíais que Image Comics ni siquiera paga anticipo por página? ¡Así es, ni un solo céntimo! Su modelo de negocio es: tú te haces el tebeo y nosotros te ponemos la infraestructura, y de lo que se gane, nos quedamos un porcentaje y el resto para ti. ¿Es Robert Kirkman un intruso o un esquirol por publicar con ellos en vez de únicamente con Marvel o con DC? ¿Cuándo ha empezado a ganar pasta de verdad Daniel Clowes? Cuando le ha republicado Pantheon, evidentemente. ¿Y Juanjo Sáez? Cuando firmó con Grijalbo. Pero para llegar a eso han tenido que hacer sacrificios durante años. Y publicar en condiciones que no han sido ni de lejos las ideales. Y las editoriales pequeñas muchas veces sirven para eso, para darte una visibilidad o para servirte de trampolín. Pasa en todos los medios. Prada publicó sus primeras novelas en Valdemar, hasta que llegó Planeta con la chequera y se lo llevó. Lengua de Trapo ha tenido que ver cómo los grandes grupos se llevaban a varios de los escritores más interesantes en lengua castellana de la última década después de que ellos les dieran la primera oportunidad. Y es normal que así sea. Las condiciones de las grandes son siempre mejores y los autores se las merecen, así que, ¿por qué no irse con ellas? Pero no puedes exigirle el mismo trato a todo el mundo de buenas a primeras, porque no todo el mundo te lo va a poder dar y porque, ojo, lo mismo todavía ni siquiera has demostrado que lo merezcas.

Aquí el mercado sólo se arregla aumentando la base de lectores. Y para eso hemos de arrimar el hombro todos: autores, editores, críticos, lectores, periodistas, novias y novios de cualquiera de los grupos anteriormente mencionados, etc., día a día, extendiendo "la palabra". Decir que para que el mercado sea más potente tienen que arriesgar los editores es quedarse muy corto. ¿Por qué han de ser únicamente los editores los que arriesguen? ¿Acaso ellos no hacen su trabajo, no piden sus créditos, no invierten su dinero... a cambio de unos beneficios igualmente hipotéticos? ¿Por qué no puede haber autores que arriesguen también? ¿Por qué limitarles a la autoedición? ¿Por qué no pueden llegar a un trato que les parezca conveniente, dependiendo del momento vital en el que se encuentren, aunque no sea el mejor de los tratos o el más deseable? Esto último es una pregunta retórica, evidentemente sí hay autores que arriesgan y no veo porque han de sentirse criticados por ello. Aquí nadie nace enseñado, todos hemos trabajado a cambio de poco y de nada hasta que hemos aprendido, hemos espabilado o hemos adquirido una posición que nos ha permitido exigir. Y cuando digo todos, digo todos: autores, traductores, diseñadores, camareros, pintores de brocha gorda... Cuando a finales de los ochenta y primeros de los noventa los autores clásicos de El Víbora empezaron a dejar la revista porque seguían cobrando por página lo mismo que al principio y no les compensaba, ¿quién ocupó sus lugares? Pues muchos autores hoy en día consagrados. ¿Hicieron mal o sencillamente aprovecharon que eran jóvenes y con ganas y que aún no tenían familias que mantener que les obligaran a buscar trabajos mejor remunerados? ¿Les convertía eso en esquiroles? Yo no lo creo, francamente.

La raíz del problema, en mi opinión, es otra. Y no es sino el cisma que se abre entre querer tener una profesión bien remunerada y hacer algo que te gusta. A veces, se pueden combinar ambas cosas en una sola, pero la mayor parte de las veces no. Y aquí creo que no nos han engañado nunca: si quieres ganar pasta, no hagas tebeos. Porque sí, existe una pequeña posibilidad de que llegues a conseguirlo, pero has de ser consciente de que la mayor parte de los autores se van a quedar por el camino o van a tener que emigrar. Igual que emigran los físicos. Y los matemáticos. Y muchos científicos. Los músicos se tiran años trabajando en lo que sea a la vez que giran y componen y graban; algunos consiguen dar el salto a la profesionalización real, pero muy pocos. Habéis hablado de los sindicatos de actores. ¿Cuántos actores conocéis que vivan sólo de actuar? Porque yo, que conozco a unos cuantos, les he visto hacer de todo a la vez que actuar, desde servir mesas hasta, ojo, dibujar, como hacía Joaquín Reyes, que ilustraba libros para Barco de Vapor y para quien fuera que le contratara a la vez que actuaba. Hasta que dio el petardazo. Parece que no nos queremos dar cuenta de que en realidad, en cualquier campo creativo, lo que abunda es el "aficionado" si queréis llamarlo así. Y es sólo el aficionado tenaz y dispuesto a hacer sacrificios el que al final acaba llegando a ser considerado "profesional" en el término mercantilista de la palabra. O eso es lo que he observado yo hasta ahora, vamos. Y no creo que haya que rasgarse las vestiduras por ello. Sigamos luchando y empujando para que, efectivamente, algún día volvamos a conquistar esas cifras casi míticas de los 20.000 o 30.000 lectores y ya veremos entonces qué es lo que pasa. Y cuando el mercado esté saneado (y fíjate que digo "cuando", no "si"; optimista que es uno) te aseguro que la situación será muy diferente. Y por supuesto que entonces seguirá habiendo editores aprovechados y estafadores, como los ha habido siempre, y como hay aprovechados y estafadores en cualquier campo. Pero será mucho más fácil verles venir y caerán por su propio peso en el lodazal que ellos mismos se hayan montado. O eso espero.

Alberto Díaz dijo...

Puf, después de los puños del sr. Palmer, ¿qué voy a decir yo?

Pues que nunca me consideré editor. Como mucho contrabandista;)

Sr. Palmer, cosas como las que usted dice, y dichas como usted las dice me hacen darme cuenta de cuán aficionados éramos. Chapeau!

kano dijo...

Decía Cruyff hoy en El Periodico:

"Trabajadores los hay a millones. De profesionales del fútbol, una cifra irrisoria. Por poner dos ejemplos: Holanda, 16 millones de habitantes y solo 800 futbolistas profesionales entre Primera y Segunda. España, 46 millones y solo 1.050 profesionales del fútbol entre Primera y Segunda A. Pon 6.000 más si coges los 12 grupos de Segunda B."

Y es fútbol..

Bruce dijo...

"El número de lectores de tebeos no va a aumentar automáticamente sólo con reducir el número de publicaciones."

No quería yo entrar en el tema, pero como yo lo veo, esta es la pata que más cojea en la argumentación de Bleda. Si hay 10 panaderías y 5 cierran, los que comemos pan nos repartiremos entre las otras 5. Pero los tebeos no son pan. Si se publican 10 tebeos y a mí me gustan 5, y esos 5 dejan de publicarse, no me compro los otros 5. Le dan por saco a los tebeos.

Rodriques dijo...

Pues tal vez tenga razón öscar Palmer y yo sea ingenuo pero sigo pensando que algo de lo que pienso hay.

Las matemáticas no iban a funcionar de una manera exacta, pero sigo convencido que menor número de publicaciones implicaría con total seguridad mayores tiradas.

Por supuesto como dice Bruce los tebeos no son pan y si se publican 10 tebeos y le cierran los cinco que le gustan le daría por saco a los tebeos, yo haría exactamente lo mismo.

Pero es que las circunstancias no son esas, las circunstancias de muchos lectores, o eso creo, es que se publican 200 novedades cada més (por decir un número aproximado) y el aficionado compra 5, 10, no porque sean las únicas que le gustan, si no porque su bolsillo no dá para más.

Si en lugar de 200 novedades se publicasen digamos 100, estoy convencido que ese aficionado todavía tendría suficiente material y ningún problema para seleccionar entre esos 100 títulos 5 o 10 que le gustasen y por tanto, no sería una regla de tres por supuesto, las ventas y las tiradas por ejemplar aumentarían.

Eso mismo es lo que quería decir Pepo, que en los 70-90 había una muchos menos títulos y se tiraban muchos más ejemplares de cada uno, y ello no sólo se debía a que estuviera más de moda como comenta Oscar, si no también a una relación directa entre la oferta y la demanda.

Pocos títulos = Muchos más lectores por título.

¿O alguien cree que si en los 70-90 repentinamente se hubiera aumentado el numero titulos al nivel actual hubieran podido aguantar las tiradas de decenas de miles por muy de moda que estuviese entonces el comic?.

Ese problema como dije es similar en el mercado del libro, se edita tanto que no hay donde colocar los libros, a no ser que seas uno de los cuatro gurús de la literatura que tienen plaza fija un libro de un desconocido dura menos en una librería que un caramelo en la puerta de un colegio, una o dos semanas a lo sumo y lo retiran, y nunca más se supo de él.

O si me apuras las cadenas de televisión, los teleespectadores no pueden ver todas las cadenas a la vez, obviamente, por tanto los ¿shares? de las cadenas bajan conforme mas cadenas de televisión hay, de la misma manera que las tiradas de las publicaciones bajan cuando aumentar los titulos porque el bolsillo del lector no puede llegar a todos.

No teneis más que mirar el informe de la asociación de criticos de la Bande Desinee, en Francia, donde nadie duda que haya una gran industria, el número de títulos crece año tras año, sin pausa, sin embargo se observa una reducción en las tiradas.

No, lo siento, encuentro mucho sentido a la exposición de Oscar Palmer pero si que pienso que reducir drásticamente el número de publicaciones, algo que se podría hacer y aún asi seguir manteniendo igualmente una rica oferta en el mercado, aumentaría las ventas por título de forma clarísima.

Aunque tal y como acertadamente dice Oscar que funciona el mercado no soy tan cándido como para pensar que ello vaya a ocurrir.

Oscar, yo no digo que los editores hayan de ser los únicos que arriesguen, han de arriesgar ambas partes. Pero el autor arriesga con su trabajo, puede dedicarle un año de su vida,que se dice pronto, a un albúm y si no se vende suficientemente bien será mal asunto para su bolsillo y su futuro.

Sin embargo el trabajo del editor es publicar y tratar de vender lo mejor posible un producto, y eso se hace con trabajo también pero sobre todo con inversión.

Un editor sin dinero es como un autor sin talento, podrá poner mucho esfuerzo, mucho trabajo y mucha buena voluntad pero lo tendrá muy complicado.

Un editor que se conforma con hacer una tirada cortita para no arriesgar mucho, que no hace promoción de sus productos y se limita a colocar esas pequeñas tiradas mes tras mes en el puñado de librerías que hay en el territorio español para ver si hay suerte y este mes se venden 600 en lugar de 550, que no reedita un albúm que se ha agotado no vaya a ser que se le quede la segunda edición sin vender, y que paga cuando se liquidan las ventas no está arriesgando casi nada.

El paralelismo con el autor sería el de aquel autor que se plantea "tanto me pagan tanto curro, como me pagan cuatro duros me lo quito de encima en un plis plas para que me salga mínimamente rentable", tampoco sería una actitud de riesgo, en este aspecto creativo.

Ese tipo de actitudes no va a ayudar nunca a que la industria mejore.

Pepo Pérez dijo...

Se ayuda currando, cada uno en lo suyo.

"Un editor que se conforma con hacer una tirada cortita para no arriesgar mucho, que no hace promoción de sus productos y se limita a colocar esas pequeñas tiradas mes tras mes en el puñado de librerías que hay en el territorio español para ver si hay suerte y este mes se venden 600 en lugar de 550, que no reedita un albúm que se ha agotado no vaya a ser que se le quede la segunda edición sin vender, y que paga cuando se liquidan las ventas no está arriesgando casi nada."

LAs tiradas no son inamovibles. Si un tebeo tiene éxito, se reimprime, aunque la primera tirada fuese corta. Esa es la cuestión. ARRUGAS va ya por la cuarta o quinta edición, no estoy seguro, he perdido la cuenta. EL ARTE de Juanjo Sáez por la quinta, si tampoco me equivoco. Etc. Si un cómic se sigue vendiendo, las tiradas aumentan sencillamente porque se sacan nuevas ediciones. Esa es la cuestión. Pero, para eso, por supuesto, hay que conectar con los lectores. Hay que darles tebeos que les interesen. Tareas promocionales y de buena distribución, por supuesto que sí hacen falta. Eso ya es en gran parte curro del editor.

Alberto Díaz dijo...

"Un editor sin dinero es como un autor sin talento, podrá poner mucho esfuerzo, mucho trabajo y mucha buena voluntad pero lo tendrá muy complicado."

Desde el punto de vista editorial, aparte de oficio y conocimiento (de los que carecía/carezco) lo que hace falta es mucho dinero. Dinero no solo para poder pagar dignamente a los autores (y a los demás profesionales: traductores, maquetadores, etc...) sino para poder tener presencia en el mercado, para no pensarte tirar 5000 ejemplares en lugar de 1500, para poder salir del circulo vicioso de vivir de los ingresos de la distribuidora. Al menos durante los primeros tiempos de la aventura, que a la postre, son los mas difíciles. No todo se arregla con dinero... pero casi. Desde el lado editorial, repito.

Segundas tiradas, benditas sean! y las treceras, y las cuartas... No te imaginas lo que se abaratan los costes en sucesivas tiradas. Ojalá hubieramos tenido que hacer segundas tiradas de algún título. Más bien nos comimos enteritas las primeras... si una editorial no saca segunda tirada de un título, es muy probable que sea porque la primera no ha vendido muy bien.

Rodriques dijo...

Pepo, cuando un tebeo es un éxito fulgurante, teniendo en cuenta lo que se puede entender por fulgurante en nuestra industri, como Arrugas, por supuesto que se reimprime, se agota rápidamente y el editor ve clara la oportunidad de reeditarlo y ganar más dinero.

Pero si un tebeo se va vendiendo poquito a poco hasta agotarse en un plazo medio-largo, lo que también podria considerarse un éxito, hay editores que ya no se arriesgan a sacar segunda edición porque no ven claro el beneficio a corto-medio plazo.

En fin, que no arriesgan, algo que tienen todo el derecho a hacer por supuesto, pero que no ayuda al aumento de las ventas de un título.

Por cierto tendríamos mucho más claro si se venden más tebeos hoy día que en los 70-90 si los benditos editores de este país no tratasen el número de ventas como si fuese secreto de estado.

Parece mentira que en otros paises con una industria muchísimo más potente que la nuestra no se corten a la hora de dar a conocer sus cifras de ventas y aquí con esas teóricamente rídiculas tiradas muchos no quieran soltar prenda.

Óscar Palmer dijo...

"¿Alguien cree que si en los 70-90 repentinamente se hubiera aumentado el numero titulos al nivel actual hubieran podido aguantar las tiradas de decenas de miles por muy de moda que estuviese entonces el comic?".

Sinceramente, no tengo ni idea de qué podría haber pasado en ese contexto. Es posible que tengas razón. Por otra parte también pienso que habría dependido mucho de los títulos. Quiero decir, que recuerdo perfectamente cuando las ventas de las publicaciones de Toutain empezaron a decaer, cómo uno de los argumentos que más se oyó entonces fue precisamente el de la saturación del mercado, echándole la culpa del mismo a los tebeos de los superhéroes. ¡Como si los lectores de ambos hubieran sido los mismos! Algunos habría que se solapaban, por supuesto; yo mismo era uno de ellos. Pero no éramos ni mucho menos la mayoría. Lo mismo se volvió a decir cuando "la invasión" del manga. Y sin embargo al final el manga lo que hizo fue atraer a nuevos lectores, no espantar a los antiguos.

El problema es que el mercado ha cambiado y las formas de comercializar el producto cultural también. Tiene toda la razón Paco cuando pone como ejemplo el mercado del libro: es cierto que eso pasa. Sin embargo, si la industria del libro edita lo que edita es precisamente para mantener su estatus de industria. Los libros venden, por lo general, poco. La tirada media de cualquier editorial hoy en día se mueve entre los 2.000 y los 6.000 ejemplares iniciales. Y lo que se exige, tal y como está montado el tema, es una rentabilidad tirando a inmediata. De ahí que no se reedite, que el concepto de "fondo" editorial esté desapareciendo y muchas otras circunstancias lamentables. Pero es que para poder encontrar el "hit" de la temporada que pague las facturas de los grandes grupos editoriales, estos se ven obligados a sacar mucha mierda, porque el problema es que si editaran menos, aunque fueran productos de más calidad, sus probabilidades de dar el pelotazo disminuirían. Y esto que voy a decir ahora no quiero que suene despreciativo porque no lo es, pero por lo general el lector de Dan Brown no es el ni mucho menos el lector de Kafka o Benedetti. Si las grandes editoriales optaran por publicar únicamente a Kafka y a Benedetti cerrarían en breve, porque estarían renunciando a sus grandes superventas, a esos fenómenos "literarios" que se dan contadas veces cada año y que arrastran no sólo al lector habitual o "de cualité" sino a una gran masa de consumidores que son los que alimentan la gran maquinaria de la industria. Y lo que nos falta en el mundo de los tebeos es precisamente ese tipo de pelotazos (que llegarán, ya están llegando).

Por último, respecto a lo del riesgo, es evidente que un autor que dedica un año de su vida a hacerse un álbum está incurriendo en un riesgo. Pero te aseguro que un editor también lo está corriendo y si pides presupuesto en una imprenta aunque sólo sea de una tirada de 2.000 ejemplares para una novela gráfica de, pongamos, 120 páginas en blanco y negro, verás que no es pequeño ni mucho menos. El editor se juega el bolsillo y el futuro tanto como el autor o más. De no ser así, todo el mundo se autopublicaría, pero es que no todo el mundo está dispuesto a arriesgarse de esa manera. Y si resulta que deberíamos dejar el riesgo sólo en manos de los que ya tienen pasta, porque son los únicos que van a garantizar ciertas condiciones, pues apaga y vámonos. ¿Qué harían los grandes sin el acicate de los pequeños, cuya competencia seguro que también consideran desleal? ¿Habría existido Laberinto sin Camaleón? Yo no lo creo, francamente. ¿Y la nueva colección de Planeta sin Astiberri? Pues, en mi opinión, tampoco.

Lo único que digo, en resumen, es que en toda industria existen varios niveles de juego, y cada uno se acomoda al que le viene bien en determinado momento de su vida y su carrera. Y criticar eso es como criticar que hoy el viento sopla de poniente. ¡Ah! Y a todo esto, aclarar que a mí me pasa como a Alberto, que ni siquiera me considero realmente editor. Yo lo que soy es un traductor al que le ha dado la ventolera de editar para darse trabajo a sí mismo. Lo cual no deja de ser otra manera de intrusismo. Bueno, perdonad el rollo.

kano dijo...

"¿Habría existido Laberinto sin Camaleón? Yo no lo creo, francamente"


Te aseguro que no.

Pepo Pérez dijo...

Y Laberinto fue donde publiqué mi primer trabajo profesional. Cobrando, aunque fuese poco. Bueno, yo y bastantes autores más. Entre ellos Sergio Bleda, aunque él ya había publicado antes de Laberinto.

Lo cual me lleva a algo que se ha sugerido a lo largo del debate, que "da igual que no haya industria a tener una industria raquítica como la que tenemos". Pues no, lo siento, pero NO DA IGUAL. Una industria, aunque raquítica, permite formar a autores nuevos. Permite que publiquen, aunque sea en malas condiciones económicas. Porque no es lo mismo publicar en un fanzine que con una editorial de verdad, con contrato y cobrando. Ahí estás dando un paso enorme, te profesionalizas, aunque cobres poco, y por eso mismo te esfuerzas más, creces como joven autor. EStás jugando ya en "otra liga", no en la de los fanzines (donde empezamos todos, por cierto).

¿Qué cobrabáis los autores de Camaleón? No hace falta que respondas, Kano, es pregunta retórica, ya sé que una mierda o bien directamente nada. Y sin embargo, ¿cuántos autores empezaron a publicar en Camaleón? Bastantes, y algunos de ellos aún siguen en activo. Algunos de ellos incluso se ganan la vida con el cómic, trabajando para el extranjero, o bien siguen a tiempo parcial, alternando con otras ocupaciones.

Dicho de otra forma, más clara: la postura de creer que "da igual una industria raquítica a que no haya ninguna industria" es conservadora, es egoísta. Es la postura de quien ya está en un punto en el que solo le preocupa "su saco", "pagar la hipoteca". No le preocupan los demás autores, ni muchos menos los que están empezando. Sin industria alguna, ¿dónde empiezan a publicar los nuevos autores? ¿Se van directamente a pedir trabajo a Francia, sin nivel alguno, con nivel fanzinero? Pues no. Sin industria alguna, esos nuevos autores no publicarían En NINGÚN SITIO. No existirían.

La pregunta se puede hacer no solo en presente, sino también en pasado. Sin Camaleón o Laberinto a mediados de los años noventa (y no había más), ¿dónde hubieran empezado a publicar los autores de entonces, NOSOTROS, nuestra generación? En ni ningún sitio. Así de claro.

Y por cierto, ya puestos: hipoteca, o alquiler, pagamos TODOS. E idiomas, inglés o francés, no nacemos sabiendo. Todos tenemos que aprenderlos si queremos manejarlos, o sea, TODOS tenemos que estudiarlos.

De modo que "en la brecha" seguimos TODOS. Así es la vida.