jueves, 30 de abril de 2009

PLACERES CULPABLES.


"Y no creo que ese tipo de mentalidad del superhéroe haya parado realmente. Creo que tenemos que crecer un poco más.

Quiero decir, una de las cosas que me sorprende de la década de los 80, cuando tuvimos un montón de titulares que decían "Bam! Sock! Pow! Los Comic Books han crecido!"... No estoy de acuerdo con eso. En la década de los 80, tal como lo recuerdo, había algunos tebeos que estaban trabajando muy, muy duro, para intentar madurar, para hacer un trabajo mejor que los demás. Sin embargo, esos fueron solamente unos pocos cómics. La mayoría de los cómics eran lo mismo de siempre.

Después de cosas como Watchmen, sí, algunos de ellos se volvieron algo más oscuros, algo más desagradables, algo más pretenciosos. Pero todavía eran casi lo mismo de antes. No creo que los comics books crecieran a mediados de los 80.

Creo que la población, mucha de la cual sentía una profunda nostalgia por los cómics que habían leído de niños, se avergonzaban de ser vistos leyéndolos en el metro. Creo que lo que ocurrió a mediados de los años 80 con obras como Watchmen es que les dio una excusa para seguir leyendo Linterna Verde, ya que si antes la gente les habría mirado como si fueran subnormales por leer un tebeo de superhéroes, ahora que los cómics de superhéroes habían sido renombrados como "novela gráfica", se consideró sofisticado y de vanguardia ser visto leyendo un cómic, aunque sólo fueran un montón de viejas historias de superhéroes recopiladas en un tomo gordo. Parecía más maduro, no era necesariamente más adulto, pero se pusieron juntos de una forma que parecía más aceptable socialmente.

Creo que a mediados de los años 80, si se mira veintipico años después, hemos visto un aumento de perspectiva mental en el cómic mayor que la mayor parte de nuestros medios de comunicación. Hemos visto programas de televisión que eran una especie de reminiscencia de un cómic de los 80. Hemos visto un montón de películas que son reminiscencias de un cómic de los 80.

Y creo que no es tanto porque los comic books maduraran entonces. Creo que fue que el resto de la cultura se infantilizó. O bien, que tenían como coartada una cosa como Watchmen para poder seguir con sus placeres culpables, porque se quería ser libre para leer los cómics de superhéroes con los que se había crecido, pero a la vez se quería ser visto como un adulto. Y creo que Watchmen y libros como ése proporcionaron la clave".
--Alan Moore, hace dos días. Más claro...

Creo que ahora se puede entender mejor el post donde hablábamos de SUPERHÉROES Y "SUPERHÉROES", y la razón de que se escoja como "mejor cómic de superhéroes" el tebeo que más se aplicó a criticar ese género, o sea, Watchmen. Aunque, y hablo por mí, leer auténticos superhéroes (no me refiero a Watchmen) no me da ninguna vergüenza, aunque quien siga este blog creo que ya lo sabe. No sé cómo lo vivís vosotros. Gracias por el soplo, Jeune Albert. Tones, un saludo.

miércoles, 29 de abril de 2009

LAS EDADES DEL SUPERHÉROE


"Como productos de su tiempo, los cómics de superhéroes hablan del presente en el que son concebidos; pero, como historias mitológicas, arrastran los principios esenciales sobre los que se erige aquello que representan. Para esta misión es muy importante la forma y el color. Porque no es casualidad que el uniforme del Capitán América tenga los mismos colores que la bandera de los Estados Unidos, al igual que tampoco es coincidencia el hecho de que el animal que adorna el escote de Wonder Woman sea un águila imperial. Evidencian esta relación entre símbolo y mensaje los primeros pasos dados por estos personajes en el mundo del cómic, estrechamente ligados a la propaganda política, sobre todo durante la II Guerra Mundial. Tal y como homenajea Darwin Cooke en The New Frontier, las primeras aventuras de Superman, Batman y Wonder Woman desprendían un nada disimulado espíritu patriótico; por no hablar del Capitán América, cuya primera portada habla por sí sola.

Al otro lado del Atlántico pedían a gritos que se neutralizara la sombra autoritaria que envolvía Europa. Estados Unidos abanderaba la libertad y, tanto Franklin Roosevelt en sus discursos como los superhéroes en sus páginas, prometían la venida de un nuevo orden mundial. Superman, águila en ristre, alentaba a la compra de bonos de guerra. El Capitán América y Wonder Woman perseguían a nazis en sus páginas. Pero, a pesar de lo que pueda parecer, estos nuevos héroes estaban lejos de ser un mero divertimento o una herramienta propagandística al uso: El poder simbólico, su magnetismo y potencial de fascinación tienen un origen más profundo, ligado a los principios de los padres fundadores. Tal y como apunta el título de la obra de Cooke, estos superhéroes encarnaban una nueva versión del espíritu de la frontera.


Michel Aglietta, economista marxista, define este concepto como “un principio ideológico que refleja la capacidad de la nación norteamericana para polarizar las actividades individuales en un sentido de progreso, de tal manera que el desarrollo del capitalismo y la construcción de la nación se identificaron en la conciencia de las masas populares”, o lo que es lo mismo, representaban una idea de progreso ligada al desarrollo y a lo que más tarde se conocería como Estado del Bienestar, el manido american way of life que habrían de defender contra los nazis primero y la amenaza roja después".
--Elisa G. McCausland (La Pequeña Delirio), extracto de su artículo POLÍTICA, SUPERHÉROES Y AMERICAN WAY OF LIFE. El texto hace un repaso breve a las edades políticas de los superhéroes a lo largo de toda su historia; puede leerse entero en Cómic Digital.

EL TIEMPO ES LA IGNORANCIA.

"Los ángeles no conocen el tiempo"
Emmanuel Swedenborg (1688-1772), científico, filósofo y místico sueco.

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REVELACIONES.


"Durante la conferencia que Jorge Luis Borges impartió en la Universidad de Belgrano el 16 de junio de 1978, el escritor relató someramente las visicitudes de la obra y la vida del místico sueco Emanuel Swedenborg. Así, explica cómo sucedió el cambio de perspectiva que a los 56 años lo arrebató del estudio de la ciencia y lo condujo a la teología y el esoterismo. El cambio de perspectiva supuso un cambio de estilo también, del barroquismo a una árida prosa que buscaba la exactitud de la descripción. Dichos cambios se deben a una serie de revelaciones en las que Jesucristo se presentó en la casa londinense de Swedenborg para requerir de él una misión: reconducir la religión y la interpretación de las escrituras cristianas. Con los poderes de un Fausto para visitar cielo e infierno, pero evitando el pacto diabólico, Swedenborg recibió permiso para contarle a la humanidad los secretos de la vida después de la muerte. El encuentro se produjo de la siguiente manera: Swedenborg se hallaba mirando por la ventana cuando vio llegar a un hombre por su calle hacia él llegando a sentir una empatía instantánea. Para su sorpresa, aquel hombre se dirigió a su puerta y llamó. Al abrir, Swedenborg sintió una confianza absoluta, una necesidad de entrega hacia ese individuo, que se presentó a sí mismo como Jesucristo. Tomando agradablemente un té con él, éste le reveló su preocupación por el rumbo de la Iglesia y le anunció que él era el indicado para explicar al mundo el camino correcto. Borges arguye que muchos místicos pueden pasar por locos, pero el caso de Swedenborg es especial, tanto por su enorme capacidad intelectual, como por el tremendo prestigio científico del que gozaba como por el radical viraje que supuso en su vida y obra. Destaca también como prueba de verosimilitud de estos escritos la sencilla facilidad de su prosa, enfrentada a la tradicional exaltación mística y a su misma prosa anterior, densa y abstrusa, como a la enorme originalidad de sus planteamientos, los cuales han sido fundamentales en la conformación del concepto de cielo moderno".

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BORGES Y EL MISTERIO DE SWEDENBORG.

"El hecho cardinal de su vida humana ocurrió en Londres, en una de las noches de abril de 1745. Swedenborg mismo lo ha denominado el grado discreto o grado de separación. Lo precedieron sueños, plegarias, períodos de incertidumbre y de ayuno y, lo que es harto más singular, de aplicada labor científica y filosófica. Un desconocido, que silenciosamente le había seguido por las calles de Londres, y de cuyo aspecto nada sabemos, apareció de pronto en su cuarto y le dijo que era el Señor. Directamente le encomendó la misión de revelar a los hombres, ahora sumidos en el ateísmo, en el error y en el pecado, la verdadera y perdida fe de Jesús. Le anunció que su espíritu recorrería cielos e infiernos y que podía conversar con los muertos, con los demonios y con los ángeles.

A la sazón, el elegido contaba cincuenta y siete años; durante casi treinta años más llevó una vida visionaria, que fue registrando en densos tratados de prosa clara e inequívoca. A diferencia de otros místicos, prescindió de la metáfora, de la exaltación y de la vaga y fogosa hipérbole.

(...) Al dictar estas líneas, siento que me detiene la incredulidad del lector como un alto muro de bron­ce. Dos conjeturas la hacen fuerte: La deliberada impostura de quien ha escrito esas cosas extrañas o el influjo de una demencia brusca o gradual. La pri­mera es inadmisible. Si Emanuel Swedenborg se hubiera propuesto engañar, no habría recurrido a la publicación anónima de buena parte de su obra, como lo hizo en los nueve volúmenes de su Arcana Caelestia, que renuncian a la autoridad que confiere un nombre ya ilustre. Nos consta que en el diálogo no procuraba hacer prosélitos. A la manera de Emerson y de Walt Whitman, creía que los argumentos no persuaden a nadie y que basta enunciar una verdad para que los interlocutores la acepten. Siempre rehuía la polémica. En su obra entera no se descu­brirá un solo silogismo; no hay sino tersas y tranquilas afirmaciones. Me refiero, claro está, a sus tratados místicos.

La hipótesis de la locura no es menos vana. Si el redactor del Daedalus Hiperboreus y del Prodromus Principiorum Rerum naturalium se hubiera enloque­cido, no deberíamos a su pluma tenaz la ulterior redacción de miles de metódicas páginas, que representan una labor de casi treinta años y que nada tienen que ver con el frenesí.

Consideremos ahora las coherentes y múltiples visiones, que ciertamente encierran mucho de milagroso. William White ha observado agudamente que otorgamos con docilidad nuestra fe a las visiones de los antiguos y propendemos a rechazar las de los modernos, o nos burlamos de ellas. Creemos en Ezequiel porque lo enaltece lo remoto en el tiempo y en el espacio, creemos en San Juan de la Cruz porque es parte integral de la literatura española, pero no en William Blake, discípulo rebelde de Swedenborg, ni en su aún cercano maestro.

(...) los ángeles, en cualquier sitio que estén, siempre miran de frente al Señor. En el orbe espiritual el sol es la visible imagen de Dios. El espacio y el tiempo sólo existen de manera ilusoria; si una persona piensa en otra, ya la tiene a su lado".
(Jorge Luis Borges, en su conferencia de 1978 sobre Emmanuel Swedenborg)

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"-Usted decía hace un momento que Swedenborg viajó a Londres para conocer a Newton y que le parecía raro que no hubiera logrado hacerlo. Sin embargo en esa misma ciudad, tuvo lugar su encuentro con Cristo.

-Sí. Sé que el primer encuentro con Cristo fue en Londres, y los otros también. El estuvo además en Alemania, Holanda, los Países Bajos, pero finalmente se estableció en Londres.(...) A partir de ese momento su vida cambió totalmente. Abandonó el estudio de la ciencia; por ejemplo: la anatomía, la astronomía, las matemáticas, y se dedicó a registrar minuciosamente ese mundo espiritual. El diálogo con los ángeles empezó a ser un hecho cotidiano para él.

-¿Qué impresión le dio la manera en que escribe Swedenborg?

-Bueno. Generalmente, los místicos, tienden a escribir de un modo vago; él no. La obra de él es..., yo no diré prosaica, pero sí precisa. Es un poco..., como si él hubiera ido a la China, o hubiera ido a la India y describiera lo que ha visto.

-Como un científico...

-Sí, claro. El llevó esa... casi aridez, esa sequedad, esa precisión, a sus descripciones. Generalmente cuando se habla de éxtasis, se usan metáforas del amor, o metáforas del vino, metáforas arrebatadas. Pero en el caso de él no. El no busca efectos patéticos. El describe lo que ha visto. (...) Del mismo modo, las visiones de los místicos musulmanes, de los sufíes, no concuerdan con las de los cristianos. Quiere decir que hay como fuerzas o espíritus que cada uno ve de acuerdo con sus prejuicios o conocimientos. Posiblemente esos mismos ángeles, ese mismo Cristo, que él vio de ese modo, fue visto por místicos de otra tradición de otro modo.

(...)-Una pregunta en relación al tema, pero vinculada más directamente con usted. ¿Alguna vez desde su infancia hasta hoy, usted percibió, sintió o intuyó la presencia del mundo angélico o trascendente?

-No sé si llamarlo angélico o trascendente. Pero sé que... bueno... Yo dos veces en mi vida he sentido el hecho de vivir fuera del tiempo. Eso me ha ocurrido.., una vez fue en Palermo, y otra vez fue en uno de los puentes detrás de la estación de Constitución. Y esas dos veces, me habían sucedido cosas, bueno, que me habían conmocionado durante el día.
No sé... Una mujer me había dejado... Y de golpe estaba pensando en eso, y de pronto me vi así, en tercera persona, y sentí: 'qué puede importarme lo que le pasa a Borges, si yo soy Otra cosa; lo que me ha pasado es meramente circunstancial.' Ahora, yo no sé cuánto 'tiempo' duró ese estado; pero yo me sentí, no sé si feliz, pero como... bueno, como sereno, como arrebatado así de todo. Y he tratado de decirlo, una vez en un poema y otra vez en prosa, pero no sé si he logrado comunicar esa sensación."
(Jorge Luis Borges, entrevistado en 1984 por Christian Wildner acerca del científico y visionario sueco Emmanuel Swedenborg)

EMMANUEL SWEDENBORG
Más alto que los otros, caminaba
Aquel hombre lejano entre los hombres;
Apenas si llamaba por sus nombres
Secretos a los ángeles. Miraba
Lo que no ven los otros terrenales:
La ardiente geometría, el cristalino
Laberinto de Dios y el remolino
Sórdido de los goces infernales.
Sabía que la Gloria y el Averno
En tu alma están, y sus mitologías;
Sabía, como el griego, que los días
Del tiempo son espejos del Eterno.
En árido latín fue registrando
Ultimas cosas sin por qué ni cuándo.
Jorge Luis Borges

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TIGRE, TIGRE...

"La eternidad está enamorada de las creaciones del tiempo"
William Blake (1757-1827), poeta, pintor y místico; el “discípulo rebelde” de Swedenborg, en palabras de Borges

"Tigre, tigre, que te enciendes en luz
por los bosques de la noche
¿qué mano inmortal, qué ojo
pudo trazar tu aterradora simetría?"

(William Blake)

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LA MALA MEMORIA.


"–Es una mermelada muy buena –dijo la Reina.
–Bueno, de todos modos hoy no me apetece.
–Hoy no la tendrías aunque quisieras –dijo la Reina–. La regla es: mermelada ayer, mermelada mañana... pero no hoy.
–Pero de vez en cuando debe haber «mermelada hoy» –objetó Alicia.
–No; no puede ser –dijo la Reina–. La mermelada toca al otro día; como comprenderás, hoy es siempre éste.
–No os comprendo –dijo Alicia–. ¡Lo veo horriblemente confuso!
–Es lo que pasa al vivir hacia atrás –dijo la Reina con afabilidad–: siempre produce un poco de vértigo al principio...
–¡Vivir hacia atrás! –repitió Alicia con gran asombro–. ¡Jamás había oído nada semejante!
–Sin embargo, tiene una gran ventaja: la memoria funciona en las dos direcciones.
–Desde luego, la mía solo funciona en una –comentó Alicia–. No puedo recordar cosas antes de que hayan sucedido.
–Es mala memoria, la que funciona sólo hacia atrás –comentó la Reina".
--Lewis Carroll, A TRAVÉS DEL ESPEJO Y LO QUE ALICIA ENCONTRÓ ALLÍ, 1871.

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"No es posible hacerse una idea de la belleza e intensidad del sentimiento que experimentaba durante las visiones. Fueron lo más inmenso que he experimentado en mi vida. (...) Se recela de la expresión "eterno", pero yo sólo puedo describir el vivir como beatitud de un estado no temporal, en el cual presente, pasado y futuro son una misma cosa. Todo cuanto sucede en el tiempo estaba allí compendiado en una totalidad objetiva. Ya nada se encontraba separado en el tiempo ni podía medirse mediante normas temporales. El vivir podría definirse en última instancia como un estado, como un estado de ánimo, que, sin embargo, no puede imaginarse. ¿Cómo puedo imaginarme que existo a la vez anteayer, hoy y pasado mañana? Entonces algo no habría comenzado todavía, otra cosa sería de la más diáfana actualidad y nuevamente algo ya estaría terminado, y sin embargo, todo sería la misma cosa. Lo único que la percepción podría captar sería una suma, una irisada totalidad en la que estaría incluida tanto la esperanza de lo que comienza, como la sorpresa acerca de lo ya sucedido y la satisfacción o desilusión sobre el resultado de lo sucedido. Un todo indescriptible en el que se está inmerso; y, sin embargo, se percibe con objetividad completa.

(...) El mundo tridimensional en el tiempo y en el espacio me parece como un sistema de coordenadas: se separa en ordenadas y abscisas lo que "allí", en la intemporalidad e inespacialidad, puede mostrarse quizás como una prefiguración con muchas facetas, quizás como una difusa nube de conocimientos acerca de un arquetipo".
(Carl Jung, RECUERDOS, SUEÑOS, PENSAMIENTOS -1961)


EL RELOJERO.



“Billy Pilgrim ha volado fuera del tiempo. Billy se ha acostado siendo un viejo viudo y se ha despertado el día de su boda. Ha entrado por una puerta en 1955 y ha salido por ella en 1941. Ha vuelto a traspasar esa puerta y se ha encontrado en 1963. Ha visto su nacimiento y su muerte muchas veces, según dice, y viaja al azar hacia cualquier momento de su vida. Eso dice. Billy Pilgrim es un espástico en cuanto al tiempo; no puede controlar lo que va a sucederle y sus excursiones no siempre son divertidas. Vive en constante temor, según dice, pues no sabe nunca que parte de su vida le va a tocar representar al momento siguiente”.
(Kurt Vonnegut, MATADERO CINCO, 1969)

"Hasta cierto punto, es una metáfora. Pero también lo digo de forma literal... Pero, sea como sea, el acontecimiento central de mi carrera en la magia fue algo que me ocurrió hace cinco o seis años. De hecho, puedo dar la fecha exacta: fue el 7 de enero de 1994. Tuve una experiencia que podría denominarse como iluminadora o... o como quieras llamarlo de acuerdo con tu sistema de creencias. El caso es que fue muy agradable y no me dejó incapacitado ni redujo mi funcionalidad... Más bien, me suministró mucha información. Una de las cosas que me pasó es que, en un momento determinado, me sentí como si estuviera fuera del tiempo. En aquel momento, mi percepción, lo que para mí era cierto, fue que todo el tiempo ocurría en un mismo instante, y sentí que las profecías no eran sino recuerdos y que, en cierta medida, sólo existe un único instante. (...) Todos los instantes ocurren al mismo tiempo en la eternidad. En el caso de la magia, mucha gente ha apuntado hacia esto. Por ejemplo, Emmanuel Swedenborg, que era un visionario sueco que vino a Inglaterra y fundó su propia iglesia. En su libro decía que "los ángeles no saben nada del tiempo".

Pero, volviendo a mi experiencia, después recordé lo que había escrito sobre el Dr. Manhattan en Watchmen. Y me dio la impresión -aunque puede que fuera una alucinación- de que más que tener una experiencia basada en mis recuerdos de mi propio trabajo de hacía seis años, mi trabajo de hacía seis años era un "pre-eco" de dicha experiencia.

Como si estuvieras recordando la experiencia que más tarde ibas a tener...

Exacto. Sin embargo, cuando escribí lo del Dr. Manhattan todo estaba en el terreno de la teoría. Estaba jugando con el concepto poético de la causalidad en el tiempo. Pero después de tener esta experiencia, está claro que se trataba de algo más personal. Incluso aunque mi experiencia hubiera sido una alucinación, o simple locura, o lo que sea, seguía siendo una experiencia que yo había tenido a nivel sensorial. Así que tenía que interiorizarla".
(Alan Moore, entrevistado por Jaime Rodríguez en la revista U -nº18, diciembre 1999)

KUNDALINI EXPRESS.
"A principios de enero de 1994, de repente, se convirtió en un tema menos remotamente académico para mí [ríe]. Me hallé en medio de lo que parecía una experiencia mágica completa que no podía explicarme realmente.

¿Qué quieres decir?

Cuando ves que te has pasado al menos parte de una tarde hablando con una entidad que te dice que es un demonio goético específico que fue mencionado por primera vez en el Libro apócrifo de Tobid... [ríe con suavidad]. No hay muchas formas en las que puedas asumir eso. La más obvia es que tuviste algún tipo de alucinación, o que tuviste algún tipo de ruptura mental, una psicosis, algo por el estilo. Lo cual está bien, a no ser que haya otra gente contigo que haya tenido experiencias similares en el mismo momento, o algo así. Así que cuando dices, vale, esto ha sido algún tipo de experiencia real, tienes que pensar, bueno, ¿fue entonces algo puramente interno? ¿Era esto alguna parte de mí mismo a lo que he dado un nombre y rostro, o que he proyectado de alguna forma? Es posible. ¿O era lo que decía que era? ¿Era esto algún tipo de entidad totalmente externa que de hecho era lo que decía ser y que me estaba hablando? Es posible.

Intento no eliminar ninguna de las posibilidades. Lo que parece más satisfactorio es la idea de que podrían ser ambas cosas, podría estar dentro y fuera de tí. Eso no tiene ningún sentido desde una perspectiva lógica, pero es lo que más me satisface emocionalmente. Parece más cierto.

Esto son experiencias de gnosis. O las has tenido o no las has tenido. Por ejemplo, la primera experiencia que tuve... esto es muy difícil de describir, pero yo y un amigo muy cercano, nos sentimos como si nos hubiera llevado una entidad específica a la experiencia. La entidad a mí y a mi amigo nos parecía... [suspiro]... parecía este dios serpiente romano del Siglo II llamado Glycon.


Ese dios serpiente romano del Siglo II es una de las formas por las que se conoce en ocasiones este tipo de energía. Porque la serpiente es un símbolo que atraviesa casi todo sistema mágico, y cada religión. En los sistemas de yoga tienes la serpiente del Kundalini. En los mitos amazónicos de la creación en las Indias Amazónicas tienes innumerables serpientes que toman parte en la creación. Igual con la Biblia: la serpiente en el jardín del Edén. El Gusano de [inaudible]. La serpiente de Midgard enrollada tres veces en torno al mundo. Es difícil encontrar una religión que no tenga una serpiente en algún lugar.






Así que tuvimos esta experiencia. Al menos parte de ella parecía estar totalmente fuera del Tiempo. Había una percepción de que el Tiempo estaba sucediendo todo a la vez. El tiempo lineal era puramente una construcción de la mente consciente, y de hecho el Tiempo es mucho más de la forma en la que gente como Stephen Hawking parece describirlo, con el EspacioTiempo casi como una pelota enorme con el Big Bang en un lado y el Big Crunch en el otro, pero existiendo todos los momentos a la vez, en este enorme agujero en el presente. Es sólo nuestra consciencia la que se está moviendo a través de ello, de A a B a C y a D. De hecho, el alfabeto al completo está ahí, desde el principio. Así que estaba esta percepción, de que estábamos fuera del Tiempo. Desde esa perspectiva, era posible ver que todo el Tiempo estaba de hecho sucediendo a la vez.


(...) Ahora bien, lo que se supone que era este dios Glycon en el momento de su nacimiento, era la segunda venida del dios Asclepio; este es el dios de la medicina, que suele mostrarse tradicionalmente como un hombre anciano con una serpiente alrededor de su vara. Este es el origen del símbolo del cadúceo que ves en las ambulancias y los hospitales. Por eso es por lo que la serpiente se asocia con la curación, por Asclepio. Ahora, imagínate mi sorpresa cuando algunos años después de haber tenido esta experiencia preliminar, estaba leyendo "Las Cartas Completas de Philip K.Dick" [ríe entre dientes]. Esto era, lo que escribió a principios de los 70, justo antes de su experiencia VALIS, antes de que se volviera completamente loco. Habla en términos muy claros sobre cosas según suceden. Está hablando sobre cómo está obteniendo toda esta información que parece estar siendo enviando directamente a su cerebro como luz. La luz rosa. Y está hablando sobre cómo parte de ella parece tener que ver con el Sacro Imperio Romano. Parte parece tener que ver con la Roma de los siglos II y III. Parte también parece tener que ver con la percepción de que todo el tiempo está sucediendo a la vez. Y que, en sus propias palabras, el Imperio nunca terminó. Que todo el tiempo es una cosa en estado sólido que está sucediendo todo a la vez.

Y está este pequeño trozo especialmente estremecedor que leo en una de sus cartas, donde dice "He encontrado el nombre de la entidad que está contactándome. Se llama Asclepio". Pensé que esto era un poco, ya sabes, un poco preocupante [ríe a carcajadas]. Sonaba como si yo hubiera tenido una experiencia muy parecida, y parecía estar relacionada con la misma entidad. Ahora, no sé qué hacer con eso. Creo que podrías decir que... quiero decir, los magos dirían que hay una "corriente" en torno a la serpiente, una energía si lo quieres, a la que la gente podría conectarse. Y podrían entender esta energía de diversas maneras; como Asclepio, o como Glycon, o el Kundalini, o lo que sea; pero se trata esencialmente de un tipo de energía sinuoso que asociamos con la serpiente y con cierto tipo de consciencia".
(Alan Moore, entrevistado en 2003)

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"¿QUÉ DEMONIOS SABEMOS DEL TIEMPO?"

"En lo que respecta al tiempo, hay algunas buenas ideas, pero aún confusas", prosigue Carlo Rovelli. Sin embargo, junto con el matemático francés Alain Connes, ha demostrado recientemente que un flujo temporal, que no existe a nivel microscópico puede surgir de nuestra inevitable necesidad de compresión de la información a nivel macroscópico. Más precisamente, es al despreciar las diferencias de información entre los estados elementales que adquiriríamos la posibilidad de observar un parámetro "t", independiente de los mismos estados y que tiene todas las características del tiempo...

Como la entropía, el tiempo, visto con gafas informáticas, dependería entonces de las capacidades de tratamiento informático del observador y no existiría más que para "seres de nivel intermedio" como nosotros. Más que un flujo independiente que marca la sucesión de los acontecimientos, sería en definitiva la marca de nuestra incapacidad de apreciar los detalles. Es lo que resume la frase de choque del físico teórico y filósofo de la ciencia ruso Alexei Grinbaum, que ha consagrado parte de su tesis a esta cuestión: 'El tiempo es la ignorancia'".
(Extractos de "Aux limites de la matière, la realité n'est plus une certitude", artículo publicado en la revista de divulgación científica Science & Vie, nº 1057, octubre de 2005, y traducido aquí)

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"-Entonces, ¿qué demonios sabemos del tiempo?

-El tiempo... es un concepto que se utiliza en Física, pero es inquietante que se utilice de distintas maneras en distintas parcelas de la Física.

En la relatividad especial el tiempo se trata de la misma manera que el espacio, y un observador en movimiento verá como tiempo lo que nosotros vemos como espacio y viceversa, de manera que el tiempo y el espacio se mezclan en lo que llamamos "transformaciones de Lorentz". De esto trata la relatividad especial. El tiempo en esa teoría está muy relacionado con el espacio, es prácticamente intercambiable.

En mecánica cuántica, sin embargo, el tiempo recibe un tratamiento muy distinto al del espacio, es completamente diferente. Y por eso es tan difícil unificar mecánica cuántica y relatividad. (...) Sin embargo, la relatividad general, en la que se permite la curvatura del tiempo y el espacio, todavía no se ha integrado totalmente con la mecánica cuántica. Y es todo un reto.

Además de eso hay un reto distinto. El tiempo tal y como lo percibimos parece ser muy distinto al tiempo que aparece en las ecuaciones de la Física; sin duda no percibimos que tiempo sea lo mismo que espacio, de la misma manera que no percibimos las vicisitudes de la mecánica cuántica.

-¿Y qué tienen que ver esas ecuaciones o esos conceptos con nuestra conciencia?

-Es un reto enorme y a mí se me escapa, pero creo que debemos llegar a comprender más profundamente la mecánica cuántica y la conciencia antes de poder resolverlo.

(...) El tiempo no pasa, simplemente ES. Y así es como aparece en la relatividad, ¿sabes? En ella el concepto fundamental no es el tiempo, sino el espaciotiempo. Y de la misma manera que pensamos que el espacio siempre está allí, en la relatividad el tiempo y el espacio están tan estrechamente vinculados que realmente deberíamos pensar que el espaciotiempo está simplemente 'ahí'. Así que no se trata de que el futuro cobre existencia, sino que el futuro está en cierto modo 'ahí', es parte de lo que hay allí fuera. Simplemente nosotros lo vemos así... Nosotros, que lentamente avanzamos por nuestras líneas en el espacio y el tiempo, lo vemos desplegarse ante nosotros. Pero en las ecuaciones el tiempo es algo que no discurre. Simplemente está ahí".
--Frank Wilczek, Premio Nobel de Física de 2004, entrevistado en 2007 por Eduard Punset para el programa REDES, La Dos de RTVE. Video:

martes, 28 de abril de 2009

SUPERHÉROES Y "SUPERHÉROES" (II)



¿Alguien puede afirmar que esto de aquí arriba es género de superhéroes? ¿Que es una historieta que renueva dicho género, sus códigos y convenciones?

No, pero en serio. ¿Cómo calificaríais esta historieta clásica de Harvey Kurtzman y Wally Wood?

(El origen de la cosa)

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ACTUALIZACIÓN 16:30

SUPERDUPERMAN! se publicó en la revista satírica MAD, concretamente en su primera etapa (MAD nº 4, 1953), dirigida por la batuta de Harvey Kurtzman. Aquella MAD es, para Alan Moore, "el mejor tebeo de la historia". La historieta de Kurtzman y Wood, como es evidente, no pretendía renovar los códigos del género de superhéroes sino parodiarlos y ridiculizarlos. SUPERDUPERMAN! es, en términos estrictos, una sátira del principal modelo de todo el género de superhéroes, o sea, Superman.

Vale. ¿Qué pensaríais ahora si os digo que esta historieta fue la principal inspiración para Alan Moore y Dave Gibbons a la hora de idear WATCHMEN? Porque ellos querían llevar a cabo la misma operación satírica, solo que en lugar de hacerlo en clave cómica, lo harían en clave dramática.

"Queríamos girar 180 grados a ‘Superduperman’… hacerlo dramático en lugar de cómico”
(Alan Moore, en WATCHMEN: AN ORAL HISTORY)

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Debate aquí.

SUPERHÉROES Y "SUPERHÉROES"

He actualizado el post de esta mañana con imágenes para que se entienda mejor el discurso.

LOS REPORTEROS, DE CANAL SUR

El reportaje sobre cómic emitido el pasado viernes en el programa LOS REPORTEROS de Canal Sur TV puede verse íntegramente aquí, o ahí abajo. Es el tercer y último reportaje del video, minuto 24 aprox.

MONTEYS Y 'WATCHMEN' EN EL MANGLAR 9


En este número de la revista, Monteys ha firmado además de la portada, unas acojonantes, abrumadoras páginas interiores de cómic. Va sobradísimo. Humor fino, metahumor más fino, meta-metahumor y triple pirueta sin red. Espero que siga publicando en la revista, ojalá que sí. José Antonio Serrano también le ha entrevistado en las páginas centrales, merece la pena leer también la entrevista.

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SUPERHÉROES Y "SUPERHÉROES". Al margen de esto, y aprovechando que ha vuelto a salir "casualmente" WATCHMEN en el post de abajo, quería citar un extracto de la sección de John Tones en El Manglar, A MACHETE. Se trata de unos párrafos que me sorprendieron gratamente porque explican una idea que comparto desde hace bastante tiempo. Tones argumenta por qué es absurdo citar a WATCHMEN como "cumbre de los tebeos de superhéroes". WATCHMEN es una sátira en clave dramática de los superhéroes, una deconstrucción, una coda al género de enmascarados, un experimento en los márgenes del mismo, lo que queramos. Pero no es definitivamente el paradigma del cómic de superhéroes ni "el mejor cómic de superhéroes de la historia", sencillamente porque se salta a la torera los códigos que definen a este género. El SUPERMAN de finales de los cincuenta sí es un buen ejemplo del cómic de superhéroes; LOS 4 FANTÁSTICOS de Lee y Kirby, sí, por supuesto; SPIDERMAN, de Lee y Ditko, sí. BATMAN de Bill Finger y Dick Sprang también es un buen ejemplo del género, igual que el LINTERNA VERDE de John Broome y Gil Kane. BATMAN de O'Neil y Neil Adams, también; LA PATRULLA X de Roy Thomas y Neal Adams, sí, por supuesto; LOS VENGADORES de Lee y Kirby, evidentemente que sí; SUPERMAN Vs. SPIDERMAN de Gerry Conway, Ross Andru y Dick Giordano por supuesto que también. Etcétera. Porque cuando hablamos de un género determinado, hablamos de eso mismo, de un género. Es decir, de un tipo de relato con unos códigos y convenciones muy concretos, en el que pueden caber muchas cosas dependiendo del autor, sí, pero no cabe todo. Particularmente aquellos relatos que, como WATCHMEN, se dedican precisamente a deconstruir esos códigos y convenciones del género y a criticarlos abiertamente.

El origen del género: el Superman de Jerry Siegel y Joe Shuster (Action Comics 1, 1938)

Hazañas bélicas superheroicas: el supersoldado Capitán América zurra a los nazis en su debut, fecha de portada Marzo 1941, por Joe Simon y Jack Kirby. En 1986, el supersoldado americano de WATCHMEN -El Comediante- es el fascista que liquida a inocentes

Momento cumbre de la Edad de Oro de los superhéroes, años cuarenta: la socarronería heroica del Capitán Marvel -luego Shazam!- superaba en ventas (millonarias) a Superman, su máximo rival. Portada de C.C. Beck (1946)

Dos Caras y los cacharros gigantes del Batman de los cincuenta, por Bill Finger y Dick Sprang (1954)

Más género de supertipos disfrazados: El GREEN LANTERN de John Broome y Gil Kane (1959) en los inicios de la Edad de Plata del comic book de enmascarados

El hombre que se casó con Lois Lane. El delirio no tan ingenuo del Superman de la Edad de Plata, por Wayne Boring y guionista no acreditado (1960)


¡Si este fuera el día del juicio final...! La Edad de Plata del género alcanza su gloriosa cima con la llegada de Galactus al Edificio Baxter de Los 4 Fantásticos. Por Stan Lee, Jack Kirby y Joe Sinnott (1966)

LA DROGA MATA. En la segunda mitad de los sesenta, los problemas sociales de la época entran de forma cada vez más intensa en el género de superhéroes por la puerta abierta de Marvel. La portada y viñetas de arriba constituyen un punto álgido de los "temas sociales" en los superhéroes de la Edad de Plata, concretamente pertenecen a la célebre "trilogía de las drogas", en AMAZING SPIDER-MAN #96 (1971), por Stan Lee, Gil Kane y John Romita. El chaval que está en el suelo en esa portada se había tomado una pirula y, colocadísimo, hacía un salto del ángel desde un séptimo piso creyendo que podía "flotar, volar como un pájaro". Menos mal que Spidey estaba cerca para salvarle. El episodio no pasó la censura del Comics Code, y Lee decidió publicarlo y ponerlo en la calle sin el famoso sellito. Había llovido ya demasiado desde que el Comics Code Authority se creara durante la "caza de brujas total" de los 50.

LA IMPACTANTE VERDAD SOBRE LAS DROGAS. De manera casi simultánea, en DC Comics se lanza el mismo mensaje a la juventud de una forma más contundente. Speedy, el sidekick del superhéroe Green Arrow, se chuta heroína. "¡Mi pupilo es un yonki!", gritaba Flecha Verde en esa portada de Neal Adams de 1971; guiones de Denny O'Neil. Releída ahora la saga, sorprende por su ingenuidad en el tratamiento del tema.

En 1974 el caso Watergate llegaba a Marvel para despertar al Capitán América del sueño americano. El héroe termina renunciando a su papel de supersoldado patriota, pero no a su papel de héroe: se convierte en un superhéroe sin país, el Nómada. Fue en la saga de EL IMPERIO SECRETO, por varios autores (principalmente, Steve Englenhart y Sal Buscema). La portada de arriba es de John Romita.

Otro hito en el género. SUPERMAN VS. EL ASOMBROSO SPIDERMAN (1976) supone el inicio de la moda de los crossovers entre las dos grandes editoriales rivales, Marvel y DC. Después de una larga gestación, este especial daba todo lo que prometía destilando "esencia pura" de superhéroes. Megahostias, megavillanos hiperlocos, megarrobots gigantes, megaplanes demenciales de conquista del mundo y, por supuesto, breve megapelea donde los dos héroes medían sus fuerzas mientras la chiquillería aplaudía a rabiar. Final feliz donde el superbien triunfaba frente al archimal (Dr. Octopus y Lex Luthor). Por Gerry Conway, Ross Andru y Dick Giordano



MARIDOS Y MUJERES. Una miniserie de DC realizada en 1983 por Jan Strnad, Gil Kane y Tom Ziuko, SWORD OF THE ATOM, adelantó cierto tono "realista", crepuscular y desengañado, que explotaría tres años más tarde con los superhéroes del "curso de 1986". El héroe, Ray Palmer alias Atom, descubre que su mujer le engaña con otro, y además lo hace porque las tareas de Ray Palmer como científico y superhéroe no le dejan tiempo para atenderla debidamente. "Oh, Ray... ¡Crece! ¡Dejé de leer comic books hace años! ¿Qué te hace pensar que quiero vivir en uno?", le decía su mujer. Es el comienzo de una aventura que combinó género de superhéroes y fantasía heroica. Para matar las penas, el cornudo Atom viaja reducido a tamaño de bolsillo a una tierra salvaje microscópica; el héroe renacerá allí como un hombre nuevo, convirtiéndose después de muchas vicisitudes en el líder local y, por supuesto, conquistando el corazón de una bella moza.

LA ERA POSMODERNA. Deconstrucción y sátira en clave dramática del género de enmascarados: frente a todo lo anterior, los superhéroes son antihéroes (menos uno en última instancia) y son cuestionados en su totalidad. Neuróticos, decadentes, amorales, fetichistas, megalómanos o fascistas sin paliativos. Véase el Comediante, que en esas viñetas de arriba se caga en todo lo que significan los superhéroes y de paso revienta una reunión para crear un nuevo grupo de justicieros. "He dicho MIERDA. Esta idea de los Justicieros APESTA. (...) Solo un idiota puede pensar que los problemas de América son lo suficientemente pequeños para que PAYASOS como vosotros puedan manejarlos. No tenéis NI IDEA de lo mal que va este mundo. Creedme". Toda una declaración de intenciones en WATCHMEN, capítulo 2. Por Alan Moore, Dave Gibbons y John Higgins (1986)


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En palabras de Tones en la revista El Manglar 9, cedidas amablemente por él para este blog (gracias):

"La revista de literatura Quimera publica, en su número 301, un dossier que titula Narrativas Superheroicas y que, a la sombra de la gravedad arrojada por ese extraño nuevo orden impuesto por el soporífero cine de superhéroes reciente, intenta reivindicar un modo de contar las cosas que lleva reivindicándose a sí mismo desde hace veinte años. Este dossier, coordinado por Jorge Carrión, se compone de un artículo introductorio (Los montes de Kryptonita, de Carrión); un artículo (Las cuatro edades del superhéroe, de Juan Trejo) que sitúa cronolígicamente la historia del género equiparándolo con otras tantas novelas sobre el tema (Las Asombrosas Aventuras de Kavalier y Clay de Michael Chabon, La Tormenta de Hielo de Rick Moody, La Fortaleza de la Soledad de Jonathan Lethem y Muy Pronto Seré Invencible de Austin Grossman); una inofensiva galería fotográfica de Dulce Pinzón en la que gente normal se viste de superhéroe para llevar a cabo tareas cotidianas; un interesante artículo (La supervivencia del supergénero, de nuevo de Jorge Carrión) sobre la relación entre los héroes y sus congéneres humanos; y, finalmente, un diccionario de superhéroes en el que participé con unas breves semblanzas de Punisher y Hulk, y en el que también intervino gente como Alvy Singer, Doctor Zito o Eloy Fernández-Porta. La conclusión para el lector curtido es, en términos generales, la habitual: es contraproducente teorizar buscando la rareza y la disidencia en una forma narrativa que se desea convencional. Dicho de otro modo: no tiene ningún sentido hablar de tebeos de superhéroes usando como elementos teóricos Watchmen y otros títulos cuyo sentido es, precisamente, que se apartan del canon.

Me irrita la necesidad de la crítica de señalar obras como Watchmen como la culminación de la narrativa superheroica, precisamente porque tal y como se subraya siempre, se distancia de la narrativa superheroica. No tiene sentido: Watchmen es una obra maestra del medio, que usa el material superheroico como orgulloso soporte argumental, pero las grandes muestras del género, precisamente por eso mismo, hay que buscarlas en los tebeos que saben cómo no apartarse de los estrictos códigos que rigen los universos superheroicos: la etapa de Claremont y Byrne en los X-Men, las alienígenas fantasías para todos los públicos del Shazam! clásico, los retruécanos de metafísica superheroica de Mark Waid para Flash o, como mucho, la mayúscula superlativización de los mitos Marvel en los dos primeros volúmenes de Ultimates de Mark Millar. Es el constante terror de la crítica cultural (pasa aquí, y pasa en el cine, y en la música) a las restricciones genéricas lo que lleva a elogiar los productos que las ignoran cuando, aún reconociendo el indiscutible valor de las visiones laterales, los condicionantes de los géneros son la camisa de fuerza que los hace evolucionar. Por supuesto, no hace falta aclarar que Watchmen es un extraordinario comic de superhéroes, pero no debería ser el espejo en el que se mire el género, precisamente a causa de su revolucionaria singularidad. Watchmen es una maravillosa rareza".


El "slice of life de un mundo alternativo", en palabras de Dave Gibbons, o la ucronía de WATCHMEN (1986)

Tones apunta una de las posibles razones del extraño fenómeno: la aversión de la crítica cultural a las restricciones (convenciones) del género. Yo propongo otra posible razón, y esta apunta también hacia los propios aficionados a los superhéroes. Cuando se dice que "WATCHMEN es el mejor cómic de la historia", muy a menudo se está afirmando implícitamente que el mejor cómic de la historia es un cómic de superhéroes porque se da por hecho que WATCHMEN lo es. Y sin embargo, ni siquiera uno de los autores, Dave Gibbons, era capaz de verlo como tal sino como “una historia de ciencia-ficción, un ‘slice of life’ de un mundo alternativo” (sic). WATCHMEN en todo caso es una deconstrucción posmoderna de las convenciones que habían sostenido el género, un artefacto autoconsciente que pretende dejar al descubierto las piezas del mecanismo, los motivos psicológicos y políticos que se ocultan -según la interpretación personal de los autores de Watchmen- bajo los tópicos superheroicos. Pero por eso mismo no es un ejemplo paradigmático del cómic de superhéroes sino justo lo contrario. Una "maravillosa rareza", en palabras de Tones.

¿Cuál es entonces, según lo veo yo, la razón de que se elija WATCHMEN como "cumbre del género de superhéroes" cuando difícilmente puede defenderse como un relato de ese género, y quizás no pertenezca a ningún género en realidad (Zack Snyder declaró hace poco algo en este sentido, que ve a WATCHMEN como una obra sui generis que crea su propio mundo al margen del género)? La razón a mi juicio oculta un secreto sentimiento de inferioridad del aficionado al género de enmascarados, y me refiero al auténtico género: Superman de Siegel y Shuster, Batman de O'Neil y Adams, Spiderman de Conway, Kane, Romita y Andru, X-Men de Claremont y Byrne, X-Men y All Star Superman de Morrison y Quitely, etc., etc. etc.

El Batman de los setenta, por Denny O'Neil y Neal Adams (1971)

El fin de la inocencia: el Spiderman de Gerry Conway, Gil Kane y John Romita en LA NOCHE QUE GWEN STACY MURIÓ (1973), punto final de la Edad de Plata del género de superhéroes y comienzo de la más oscura y violenta Edad de Bronce, que se extendería durante el resto de los setenta y primera mitad de los ochenta. The times, they are a-changing.

El loco loco loco Arcade contra los UNCANNY X-MEN de Chris Claremont, John Byrne, Terry Austin y Glynis Wein (1979). Spiderman, de superamigo invitado

"Hazañas bélicas" nada gloriosas de los "superhéroes" de WATCHMEN (1986). El Comediante asesina a sangre fría a una vietnamita embarazada por él mismo, mientras el Dr. Manhattan se cruza de brazos

Al escoger a WATCHMEN como mejor cómic de superhéroes de la historia se trata de elegir no un tebeo de superhéroes de verdad, con todo lo que eso implica (tramas delirantes y ridículas, maniqueísmo a tope, villanos loquísimos y malísimos, peleas físicas a porrillo con superpoderes, superamigos y supermamporros, es decir, todo lo que hace GLORIOSO, ORIGINAL e IRREPETIBLE al género de superhéroes), sino de elegir un tebeo de "superhéroes" que podamos mostrar sin vergüenza ante el público general. Un tebeo de "superhéroes" presentable. Porque WATCHMEN, con su exhibicionismo formal y temático, dio una pátina de respetabilidad cultural a un género popular que había sido menospreciado hasta entonces por infantil y banal. Enarbolar ante el mundo la bandera de WATCHMEN es como decir “mirad, los superhéroes también pueden ser complejos y adultos”. Y esa es la razón, creo yo, de que a menudo se le cite como mejor tebeo de superhéroes de la historia cuando WATCHMEN es ante todo y sobre todo una sátira que critica duramente ese género hasta demolerlo.

lunes, 27 de abril de 2009

"NO SON 'EL QUIJOTE'".

Durante el Festival de Málaga, un director de cine (también dibujante y aficionado a los tebeos, por cierto) me comentaba que dentro del mundillo del cómic se tiende a exagerar con determinados tebeos, o con tebeos que se hacen famosos en el público general después de ser adaptados al cine. "Los comiqueros exageran con lo que es 300, o con lo que es Watchmen. 300, Watchmen, son lo que son. Y están bien como son, pero no son lo que a veces se pretende decir al público. No son El Quijote", me dijo más o menos. Tiene toda la razón.

DEJANDO LOS DÍAS PASAR.

Talking Heads-Once in a Lifetime

Y puedes encontrarte viviendo en una casucha
Y puedes encontrarte en otra parte del mundo
Y puedes encontrarte al volante de un gran automóvil
Y puedes encontrarte en una bonita casa, con una bonita esposa
Y puedes preguntarte - Bien… ¿Cómo he llegado aquí?

Dejando los días pasar / dejando al agua sujetarme
Dejando los días pasar / el agua fluyendo bajo tierra
Deprimido de nuevo / una vez que el dinero se ha ido
Una vez en la vida / el agua fluyendo bajo tierra

Y puedes preguntarte
¿Cómo manejo esto?
Y puedes preguntarte
¿Dónde está ese automóvil grande?
Y puedes decirte
¡Esta no es mi bonita casa!
Y puedes decirte
¡Esta no es mi bonita esposa!

Dejando los días pasar / dejando al agua sujetarme
Dejando los días pasar / el agua fluyendo bajo tierra
Deprimido de nuevo / una vez que el dinero se ha ido
Una vez en la vida / el agua fluyendo bajo tierra

Como siempre ha sido/ Como siempre ha sido
Como siempre ha sido/ Como siempre ha sido
Como siempre ha sido/ Como siempre ha sido
Como siempre ha sido/ Como siempre ha sido